Toronto (Canadá), 6 ago (.).- Magna, uno de los mayores fabricantes de componentes para el automóvil, tuvo unos beneficios netos de 1.039 millones de dólares en los seis primeros meses, de los que 424 millones corresponden al segundo trimestre, tras pérdidas de 403 millones de dólares en la primera mitad de 2020.
El consejero delegado de Magna, Swamy Kotagiri, señaló en un comunicado que, a pesar de los problemas causados por la escasez de chips, la compañía canadiense está satisfecha con los resultados del segundo trimestre, que atribuyó a un modelo operativo que le permite ser "flexible y ligera para adaptarse a los desafíos en el ambiente productivo".
Las ventas de Magna sumaron 19.213 millones de dólares de enero a junio, un 47,6 % superiores a las del mismo periodo de 2020. En el segundo trimestre las ventas fueron de 9.034 millones de dólares, con un 110,4 % de incremento.
Las ganancias ajustadas antes de intereses e impuestos (EBIT) fueron de 1.327 millones de dólares en el primer semestre. En 2020, la compañía perdió 197 millones de dólares en este concepto.
Magna reconoció que debido a los "significativos trastornos" por la escasez global de semiconductores, que sigue impactando de forma negativa la producción mundial de vehículos ligeros, las ventas de la empresa, su EBIT ajustado y las ganancias por acción estuvieron "muy por debajo" de lo esperado en el segundo trimestre.
Ante los problemas causados por la escasez de chips, Magna rebajó sus expectativas para el conjunto de 2021.
La compañía prevé ahora que Norteamérica produzca 14,4 millones de vehículos este año, 1,2 millones de unidades menos que lo anteriormente anticipado.
En Europa, la producción será de 18,1 millones de vehículos, 400.000 unidades menos. Para China, Magna mantuvo las expectativas de producción en 24,7 millones de unidades.
Ante estas reducciones, Magna anticipó que sus ventas en 2021 serán de entre 38.000 y 39.500 millones de dólares, frente a la horquilla de 40.200 a 41.800 millones de dólares previstos anteriormente.