La Haya, 26 oct (.).- El mayor fondo de pensiones de Países Bajos, ABP, anunció este martes que dejará de invertir en compañías de combustibles fósiles como el gas, el petróleo y el carbón, en “una necesidad y urgencia de cambio de rumbo” tras la publicación de informes como el del Panel Climático de las Naciones Unidas (IPCC).
El fondo se desprenderá “por fases” de inversiones de más de 15.000 millones de euros en activos (casi el 3 % del total de ABP) que tiene en productores de combustibles fósiles y se espera que la mayoría se vendan como máximo durante el primer trimestre de 2023.
ABP, fondo de pensiones de funcionarios del gobierno y la educación de Países Bajos, no prevé que esta decisión vaya a tener un impacto negativo en la rentabilidad a largo plazo y recuerda que ha basado su política climática desde 2015 en los conocimientos del IPCC.
El fondo argumenta que esta decisión de renunciar a sus inversiones en empresas de gas, petróleo y carbón se basa en las últimas conclusiones del IPCC y la Agencia Internacional de Energía (AIE), y está respaldada por miembros y empleados de ABP.
“El reciente informe del IPCC muestra que en todo el mundo la gente ya está experimentando los efectos físicos del cambio climático y que, sin una acción más fuerte, el calentamiento global alcanzará un nivel inaceptable. Para combatir el calentamiento global, las emisiones de (dióxido de carbono) CO2 deben reducirse rápida y drásticamente”, resume ABP.
Corien Wortmann, presidenta de la junta directiva del fondo, subrayó que la decisión busca “contribuir a minimizar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados” e informó de que “grandes grupos de afiliados y empleadores han indicado lo importante que es esto para ellos”.
Aseguró que la junta de ABP ve “la necesidad y la urgencia de un cambio de rumbo”, puesto que se les ofrece “una oportunidad insuficiente” en estas empresas para la “necesaria y significativa aceleración” de la transición energética.
Además, explicó que, a partir de ahora, el fondo se centrará en los usuarios masivos de energía fósil, como las empresas eléctricas, la industria del automóvil y la aviación.
“Usando nuestra influencia como accionista, ABP alentará a las empresas que utilizan combustibles fósiles a ser más sostenibles y ajustaremos aún más los criterios para estas inversiones en 2022. También continuaremos abogando por que los gobiernos avancen hacia una mayor fijación de precios del CO2 en la industria”, añade el fondo.
ABP confirmará la venta de sus inversiones fósiles cuando se haya completado y promete “incrementar” sus inversiones en energías renovables “siempre que sea posible”, aunque su implicación en este terreno ya supera los 4.000 millones de euros.
El fondo de pensiones también endurecerá en 2022 su política de inversión sostenible y en otras áreas, como la conservación de los recursos naturales, la digitalización y los derechos humanos.
La decisión de ABP llega en vísperas de la cumbre del clima COP26, que arrancará el próximo domingo en la localidad británica de Glasgow.
En esa cita, se intentará que los Estados revisen al alza sus compromisos climáticos, que se refuerce la solidaridad financiera de los países ricos hacia sus homólogos pobres para llevar a cabo la transición energética, y se explorará la posibilidad de crear mercados globales de emisiones de carbono.