México, 8 jun (EFE).- El número total de inmigrantes mexicanos en
Estados Unidos se ha reducido ligeramente desde finales de 2008,
debido a la crisis económica y al endurecimiento de las leyes
migratorias, según un estudio del banco español BBVA Bancomer.
La institución financiera presentó hoy el primer número de la
revista semestral "Situación Migración México", en el que estima la
población mexicana "ilegal" que vivía en Estados Unidos en 6,6
millones en 2006, 7,1 millones en 2007 y 7 millones al cierre de
2008.
Estos datos apuntan "hacia un ligero descenso" del número total
de migrantes mexicanos en 2009, indica un artículo de la revista
firmado por los economistas Adolfo Albo y Juan Luis Ordaz.
La publicación, editada por la Fundación BBVA Bancomer y el
Servicio de Estudios Económicos de México del Grupo BBVA, afirma que
los migrantes mexicanos de primera generación que residen en Estados
Unidos suman más de 11 millones de personas, que equivalen al 64% de
la fuerza laboral hispana estadounidense.
Por su parte, los migrantes de segunda y tercera generación
rebasan los 18 millones de personas.
De acuerdo con los investigadores, la disminución en el número de
indocumentados obedece al endurecimiento de los controles
fronterizos y de las leyes migratorias en Estados Unidos adoptadas
tras la recesión económica.
Según el estudio, en 2008 fueron deportados un total de 559.500
mexicanos, la mayor cifra de los últimos cinco años. Al mismo
tiempo, los datos indican que no se está registrando un regreso
masivo de mexicanos a su país.
"Si acaso estuviera existiendo un regreso de mexicanos éste sería
de baja cuantía, que puede obedecer a la magnitud y duración del
desempleo", afirma la investigación.
Los autores del documento consideran difícil que haya "un retorno
masivo de mexicanos", dado que la mayoría de ellos tienen un "gran
arraigo" en Estados Unidos.
Además, la vigilancia fronteriza ha desincentivado la migración
de retorno, y la situación económica de los migrantes radicados en
ese país "probablemente no sería mejor si vuelven a México".
Por su parte, los expertos destacaron que antes de la actual
recesión estadounidense los migrantes mexicanos tenían mayor
facilidad para conseguir empleo que aquellos de origen mexicano
nacidos en Estados Unidos, tendencia que se ha invertido tras la
crisis.
Los migrantes mexicanos pasaron de una tasa de desempleo de 3,7%
en mayo de 2006, a una de 12,2% en febrero de 2009; mientras que la
desocupación de los nacidos en Estados Unidos aumentó de 5,8% a
10,7% en el mismo periodo.
Eso significa que en febrero pasado los migrantes desempleados
alcanzaron los 800.000 aproximadamente, y los estadounidenses de
origen mexicano unos 630.000.
"Con la crisis se ha reducido el número de horas que trabajan los
mexicanos en Estados Unidos, sus salarios se han estancado en los
últimos dos años y ha existido un aumento del desempleo, esto
explica, en parte, los menores envíos por remesas hacia México",
agrega la publicación.
El sector más afectado es el de la construcción, donde se
concentra la mayor parte de la fuerza laboral de mexicanos
inmigrantes, señalan los especialistas del BBVA.
También se han experimentado "pérdidas importantes" de empleos
durante el último año en manufacturas, servicios profesionales y
empresariales, y agricultura, pesca y reforestación.
Estas caídas han sido compensadas por mayores niveles de empleo
para los migrantes mexicanos en los sectores de turismo y
esparcimiento, comercio, educación y salud. EFE