Isabel Saco
Ginebra, 16 ene (EFE).- Los mercados monetarios y bursátil siguen digiriendo hoy la sorpresiva eliminación del tipo de cambio mínimo del franco frente al euro, que causó una onda inicial de pánico, con pérdidas substanciales para gestores del mundo entero que no habían anticipado este movimiento.
En 2011, en plena crisis del euro, mucha fortunas veían el franco suizo como una inversión segura y empezaron a comprarlo masivamente, provocando su sobrevaluación y poniendo a los exportadores en una situación muy complicada, lo que llevó al Banco Nacional de Suiza (BNS) a instaurar ese control de cambio.
Pasadas veinticuatro horas del anuncio de la BNS sobre la supresión -con efecto inmediato- de esa medida, los analistas consideran que se ha tratado de una decisión inevitable en vista de la incapacidad de las autoridades europeas de poner fin al periodo de crisis del euro.
Con resignación, se empieza a reconocer en Suiza que mantener artificialmente el euro a 1,20 francos se había convertido en una medida muy peligrosa y que la creación continua de francos para impedir la subida de precios se había convertido en un camino sin salida.
"Tres años de certidumbre se esfumaron en una hora", cita con grandes caracteres hoy el diario suizo "Le Matin", una expresión que refleja bien el sentimiento general de los actores económicos que se han sentido traicionados por el BNS.
Después de que alguien ofreciera durante una transacción ayer, en algún momento del día, 0,78 francos por euro -una caída del 30 por ciento para el euro-, la divisa helvética se ha estabilizado hoy cerca de la paridad (a 1,03 francos por 1 euro).
"El tipo de cambio se mantendrá volátil en los próximos días", opinó el profesor de economía de la Universidad de Friburgo Sergio Rossi.
Sostuvo que la incertidumbre causada por la decisión del BNS podría amplificarse a partir del próximo jueves, cuando se espera que el Banco Central Europeo anuncie un programa de compra de activos, particularmente de deuda pública.
Tal acción tendría por efecto depreciar todavía más la moneda europea.
Mientras tanto, la Bolsa de Zúrich mantenía hoy una marcada tendencia a la baja, con pérdidas del 4,3 por ciento a mediados de la tarde.
El parqué suizo cerró la víspera con una caída del 10 por ciento, pero con picos de caídas en las firmas netamente exportadoras y en el sector bancario, tendencia que se repite en la sesión de hoy.
En este contexto y tras un primer análisis de la situación, algunos bancos recomiendan las inversiones en acciones suizas para los próximos doce a dieciocho meses.
El hecho es que la fuerte caída de la bolsa suiza ofrece oportunidades interesantes de inversión.
En cuanto a inversiones en divisas, el escenario es diferente y se anticipa que los inversores se verán atraídos por el dólar después de la subida de valor del franco suizo.
Esto se considera una reacción lógica a la revisión de las previsiones que se han divulgado tras el anuncio del BNS y que coinciden en que Suiza tendrá un crecimiento mucho menor del anteriormente pronosticado y que corre el riesgo de caer en la deflación este año.
El banco UBS considera que el crecimiento helvético será del 0,5 por ciento en 2015, frente al 1,8 por ciento estimado anteriormente, mientras que para 2016 se apuesta por un 1,1 por cieno de evolución, 0,6 por ciento menos.