Vitoria, 7 jul (.).- La dirección de Mercedes Vitoria, la mayor fábrica de Euskadi con más de 5.000 trabajadores, ha suspendido la negociación del convenio colectivo mientras sigan las huelgas, que han conseguido parar la producción en las cinco ocasiones en las que se han convocado.
También hoy la planta alavesa está sin fabricar furgonetas porque el 95 % de la plantilla ha secundado el paro convocado por los sindicatos ELA, LAB y ESK, del que se ha descolgado la mayoría del comité formada por UGT, CCOO, Ekintza y PIM.
Esta quinta jornada de huelga coincide con una reunión entre la dirección y el comité, continuación de la del martes, cuando la empresa puso sobre la mesa una oferta con diversas mejoras salariales y de flexibilidad que fue recibida de manera dispar por los dos bloques que conforman el comité.
ELA, LAB y ESK vieron la oferta "insuficiente" y mantuvieron tanto la huelga de ayer como la de hoy y mañana, mientras que UGT, CCOO, Ekintza y PIM vieron avances y se desvincularon de los paros para dar una oportunidad al diálogo.
En la reunión de hoy la dirección ha comunicado al comité que mientras haya huelgas en la planta no continuará con las negociaciones. Mercedes ya tomó la decisión de interrumpir las conversaciones el 17 de junio cuando los sindicatos anunciaron varias huelgas, aunque este martes volvió a citar al comité.
Tras la reunión de hoy ELA, LAB y ESK han criticado que la empresa no les haya convocado "para intentar acercar posturas y escuchar lo que la plantilla dice, sino para bloquear la negociación", al tiempo que han considerado que esta actitud es "una cacicada, que menospreciando a la plantilla, amplifica la conflictividad".
El representante de LAB Mikel Díaz de Alda, que ha calificado el bloqueo de la negociación como una "amenaza" de la empresa, ha anunciado que se mantiene la huelga de mañana y que a la vista del proceder de la empresa no se descartan nuevos paros la semana que viene.
La dirección de Mercedes Vitoria vincula la firma del convenio, que lleva año y medio caducado, con la llegada a la planta alavesa de una inversión de 1.200 millones de euros que permitiría modernizar las instalaciones y duplicar su capacidad de producción.
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