Berlín, 16 oct (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, planteó hoy que la recaudación del futuro impuesto a las transacciones financieras que promueven Berlín y París sirva para apoyar a países en crisis que acometan reformas.
La jefa del Gobierno alemán lanzó esta propuesta en un encuentro con miembros de su grupo parlamentario, formado por diputados de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara la Unión Socialcristiana (CSU), según fuentes parlamentarias presentes en la reunión.
Merkel consideró que con lo que recaude la denominada "tasa Tobin" se podrían abrir líneas de financiación a países con dificultades económicas que "se hayan comprometido con la Comisión Europea" (CE) a ejecutar "reformas para mejorar la competitividad" económica nacional.
La canciller se posicionó también en este encuentro sobre la controvertida unión bancaria, a debate en la cumbre europea de finales de esta semana, y reiteró su postura con un lema: "solidez antes que velocidad".
Con estas palabras quería indicar que su Gobierno apuesta por que el futuro supervisor bancario común, bajo el paraguas del Banco Central Europeo (BCE), no entre en funcionamiento a principios de 2013, como planteó la CE.
Merkel ha repetido en varias ocasiones que no ve factible que este organismo eche a andar tan pronto y ha apuntado que de seguirse el calendario de Bruselas -respaldado por países como España- se corre el riesgo de incurrir en fallos de calidad, lo que ahondaría la crisis de confianza que padece la eurozona.
Por último, la canciller señaló que sigue considerando que el Tribunal de Justicia de la UE debería controlar que se cumplan las normativas comunitarias como el "freno de la deuda" que impulsó Alemania.
Merkel lanzó esta propuesta el mismo día en que su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, anunció la iniciativa alemana, que se presentará en la próxima cumbre, de aumentar las competencias del comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, para que pueda rechazar presupuestos nacionales.
La propuesta, que implicaría la reforma de algunos tratados de la UE, ha provocado airadas reacciones en Bruselas, que no ve la necesidad de ampliar las competencias del comisario. EFE