Madrid, 15 abr (.).- La Mesa del Turismo ha lamentado que Bruselas se lave las manos en "un asunto de tremenda importancia" como es el certificado verde digital de vacunación contra la covid-19, que estaba llamado a facilitar la recuperación de la movilidad en el corto plazo, dejando al albedrío de los estados cómo gestionarlo.
Los países de la Unión Europea alcanzaron ayer una posición común para iniciar las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre dicho certificado, con el fin de que esté operativo este verano, pero no será finalmente un pasaporte que permita automáticamente que los ciudadanos recuperen la libertad de movimientos en el seno de la UE.
La Mesa ha acogido este jueves "con sorpresa y enorme decepción" la decisión de la UE de que sus estados miembros puedan restringir el uso y duración del citado certificado, "descafeinando una iniciativa que habría sido muy positiva de venir respaldada por la Europa unida y sólida, que debería de estar al frente de la gestión comunitaria de la pandemia".
El giro en la política de Bruselas es "absolutamente incomprensible e inaudito" para el sector turístico español, que estaba confiado en la pronta habilitación de un pasaporte de vacunación que facilitaría los viajes de los ciudadanos dentro de las fronteras de la UE, tal como se había anunciado, ha explica el presidente de la Mesa del Turismo, Juan Molas, en un comunicado.
La entidad ha recordado que la UE presentó hace semanas la idea del pasaporte de vacunación como una herramienta eficaz para reanudar los desplazamientos dentro de Europa con las máximas garantías de seguridad.
Este certificado digital habría de reflejar si su titular estaba vacunado, pero también los resultados de las pruebas PCR o de antígenos que se hubiera realizado o, incluso, si estuviera inmunizado por haber superado la enfermedad de la covid-19.
El turismo lo "vio con buenos ojos", pero la nueva postura de Bruselas "lo cambia todo, y no precisamente para bien, en lo que toca al sector turístico, uno de los más afectados en las consecuencias económicas de la pandemia", ha agregado Molas.
La asociación empresarial y profesional considera que el Gobierno de España tendría que hacer valer en Bruselas sus intereses en esta materia, los cuales no pueden divergir de los del sector turístico.
En su opinión, "no es tolerable que en lugar de decisiones y políticas coordinadas, lo que recibamos de Europa sea un día una cosa y otro día la puerta abierta a la contraria".
La Mesa del Turismo ha remitido una carta de queja en este sentido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.