Buenos Aires, 24 jul (EFE).- Buenos Aires estrenó hoy un servicio de Metrobús que cambia el rostro del centro de la ciudad pero que, pese a una inversión millonaria, no garantiza mejoras en el complicado tránsito de la capital argentina.
El nuevo sistema de transporte con carriles exclusivos para colectivos (autobuses) ha cambiado la fisonomía de la emblemática Avenida 9 de Julio, la más importante de la ciudad, que con 140 metros estaba considerada la más ancha del mundo hasta 2006, cuando fue desbancada por el Eje Monumental de Brasilia.
Tras meses de obras, denuncias por daños ambientales y una inversión que ha rondado los 25 millones de dólares, los veinte carriles habilitados para el tráfico de la avenida han quedado reducidos a dieciséis para dejar paso a las zonas exclusivas de autobuses.
En conjunto el metrobús cuenta con 17 estaciones salpicadas por su 3,5 kilómetros de extensión, por los que circulan vehículos de once líneas de ómnibus que transportan a diario a unos 200.000 pasajeros, en un recorrido muy similar al de una de las principales líneas de subterráneo (metro) de la ciudad.
Se trata de una "transformación histórica", según el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, que aseguró hoy que el nuevo metrobús "mejorará la calidad de vida de miles de personas", contribuirá a despejar el tráfico en el centro de la capital y reducirá la contaminación.
En plena campaña electoral para las primarias de agosto -previa a las legislativas de octubre-, Macri tuvo que aguantar hoy los reclamos de un grupo de trabajadores del gobierno porteño que exigían "la regularización de los contratos de trabajo y la inversión en educación y salud".
Pese a la millonaria inversión y a los meses de obra, que han convertido en una pesadilla el tránsito por el centro de la ciudad, el metrobús no garantiza la solución de los problemas del tráfico porteño.
"No hay ninguna forma de sacar la congestión para el auto porque todo el día hay un auto nuevo", reconoció el martes pasado el subsecretario de Transporte de Buenos Aires, Guillermo Dietrich.
Según cálculos oficiales, alrededor de dos millones de autos circulan cada día por la ciudad de Buenos Aires, cifra que supone un aumento del 40 % en los últimos ocho años y que las autoridades atribuyen a la mejora económica y al crecimiento poblacional del cinturón de la capital.
Los expertos han denunciado con insistencia la falta de infraestructuras y vías rápidas, la insuficiencia de estacionamientos y la necesidad de controlar el tránsito pesado en una ciudad por la que circulan a diario unos 50.000 camiones.
En plena campaña electoral para las primarias del próximo 11 de agosto, el gobernante Frente para la Victoria, que lidera la presidenta Cristina Fernández, no ha perdido oportunidad de cargar contra Macri por un proyecto millonario de dudosos resultados.
"Con la mitad de lo que se gastó en el metrobús se podía haber aumentado la frecuencia del subte (metro)", afirmó hoy el oficialista Juan Cabandié.
Pero nadie como un taxista de Buenos Aires para juzgar el último proyecto del alcalde.
"Pintoresco va a quedar, eso está claro, pero por muchas vueltas que le des a la cosa, el tránsito no va a mejorar", concluía Ovidio, un taxista con más de 30 años de experiencia en el volante recorriendo Buenos Aires.EFE
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