Lisboa, 2 oct (EFE).- Cerca de un millar de sociedades han dejado de tener sede en el archipiélago portugués de Madeira, acogidas a su normativa de baja fiscalidad, tras la subida de impuestos que entró en vigor este año a instancias de Lisboa.
Así lo aseguró hoy la Sociedad de Desarrollo de Madeira (SDM), que precisó que después de este incremento de la carga fiscal, la región ha perdido un tercio de las empresas inscritas en la llamada "Zona Franca".
La SDM es una entidad de capital mixto -público y privado- creada hace tres décadas por el Gobierno de la región para gestionar su Centro Internacional de Negocios, dirigido a atraer a compañías de todo el mundo a base de incentivos fiscales.
El agravamiento de la crisis en Portugal y la aparición de un "agujero" en las cuentas públicas de Madeira -que derivó incluso en la aprobación de un rescate financiero nacional para la región- llevó al Gobierno portugués a decretar una subida de impuestos que afectó también a estas sociedades, hasta entonces casi exentas de tributación.
La decisión fue muy criticada por el Ejecutivo madeirense, que considera este Centro Internacional de Negocios uno de los pilares sobre los que se sustenta la economía del archipiélago.
Las sociedades instaladas en la región pagan desde el 1 de enero un 4 % de impuestos, tasa que subirá un punto más a partir del año próximo, aunque seguirá muy por debajo de la que se paga en el resto de Portugal, establecida en el 25 %.
También se han gravado el cobro de dividendos e intereses pagados por estas firmas a sus socios no residentes en la región.
Según los cálculos de la SDM, de haber continuado en la región el millar de empresas que ha dejado de localizar su sede en Madeira habría abonado 360 millones de euros entre 2012 y 2013 a las arcas públicas del Estado sólo en concepto de impuesto de sociedades.
La entidad no reveló la cifra que han abonado las cerca de 2.000 sociedades que continúan inscritas en la Zona Franca de Madeira, y que hasta ahora sólo pagaban el IVA y un impuesto por cada uno de sus trabajadores.
Desde la gestora de la Zona Franca de Madeira incidieron en que es "absolutamente necesario recuperar la competitividad recientemente perdida en relación a otros países europeos", como Malta, Chipre, Luxemburgo u Holanda, caracterizados por su baja tributación.
El Gobierno luso endureció la política fiscal de Madeira en medio de las medidas de austeridad adoptadas en el país para cumplir las condiciones del rescate financiero otorgado el año pasado a Lisboa por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Aunque ofrece condiciones de baja tributación a inversores y empresas, Madeira, un archipiélago atlántico de 260.000 habitantes situado a más de 800 kilómetros de Lisboa, no se encuentra en las listas de paraísos fiscales, cuya opacidad escapa a los convenios tributarios internacionales. EFE