La Paz, 12 jun (.).- Las Fuerzas Armadas de Bolivia controlan desde este miércoles algunas de las estaciones de venta de combustibles con el fin de frenar el desvío de diésel y gasolina para el contrabando en los países vecinos, mientras continúan las protestas sociales por la falta de dólares y por el incremento de los costos de los alimentos.
Las estaciones de servicio en las principales ciudades del país cuentan desde esta madrugada con la vigilancia de varios militares, mientras se efectúa la venta regular de combustibles y sin las filas que hubo hace algunos días.
"Ha habido un despliegue militares para que puedan ayudar en el control de algunas gasolineras", confirmó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
El viceministro señaló que esa presencia es para hacer el "control" a los carros cisterna que trasladan combustibles y a los compradores, de forma que no hagan un "carguío adicional" de diésel o gasolina para la reventa.
El costo del litro de diésel y gasolina en Bolivia es de 3,7 bolivianos (0,54 dólares), menor al de los países vecinos, por lo que hay quienes aprovechan para revender esos combustibles en las fronteras y obtener algunas ganancias.
En la víspera, el presidente boliviano, Luis Arce, indicó que la "especulación" y los "intereses políticos personales" ocasionaron problemas en la distribución normal de diésel y gasolina, junto al incremento de productos como el tomate, cebolla y arroz.
El mandatario dispuso que se refuercen los controles en los puntos de frontera hacia Argentina y Perú para evitar el contrabando de alimentos de Bolivia hacia esos países, además comprometió "todo el empeño" del Gobierno "para garantizar el poder adquisitivo de la población".
Sectores que protestan
Esta jornada, varios sectores volvieron a tomar las calles para que el Gobierno dé una solución al alza de los costos de los productos de primera necesidad, además de la falta de dólares y combustibles.
Los comerciantes cumplieron el segundo día de la marcha que partió en la víspera de la población altiplánica de Patacamaya y que tiene previsto llegar a La Paz, sede del Gobierno y el Parlamento, el lunes próximo.
"Con dólares se compran los fertilizantes y el abono del exterior, nos culpan de agio y especulación y no somos responsables de eso", dijo el principal dirigente de los comerciantes, César González.
En Sucre, la capital constitucional de Bolivia, los miembros de las juntas vecinales se movilizaron contra el alza de los alimentos y otros productos esenciales, mientras que en Potosí los comerciantes también marcharon bajo las mismas exigencias.
El próximo lunes está previsto el "bloqueo de caminos con cierre de fronteras" que iniciarán de manera indefinida los chóferes del transporte nacional e internacional.
El incremento de los precios de algunos alimentos y la falta de combustibles coincide con la ausencia de dólares y las restricciones en el sistema financiero para el cambio de divisas hace varios meses.
Bolivia sufre ese problema desde principios de 2023, cuando los informes oficiales mostraron una disminución de las reservas internacionales netas (RIN), que en 2014 llegaron a los 15.122 millones de dólares (unos 14.082,6 millones de euros).
El último reporte del Banco Central de Bolivia (BCB) indicó que las RIN llegaron a 1.796 millones de dólares (unos 1.672,5 millones de euros) hasta el pasado 30 de abril, con un incremento de 87 millones respecto al saldo de 1.709 millones alcanzado a finales de 2023.
El Gobierno tomó acciones como la venta directa de dólares a través del Banco Central de Bolivia (BCB) junto a otras medidas acordadas con los empresarios privados como la liberación de exportaciones, la emisión de bonos e incentivos para bajar el gasto en la importación de combustibles.
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