Tokio, 9 may (.).- El fabricante automovilístico nipón Mitsubishi Motors (T:8058) registró unas pérdidas netas de 198.520 millones de yenes (1.601 millones de euros) el pasado ejercicio, a raíz del escándalo de manipulación de datos de consumo de varios de sus minivehículos.
La compañía nipona, que fue adquirida por Nissan Motor (T:7201) el año pasado, se anotó un beneficio operativo de 5.120 millones de yenes (41,2 millones de euros) en el recién concluido ejercicio fiscal nipón, un 96,3 por ciento interanual menos, según sus resultados anunciados hoy.
En 2015, antes de que saliera a la luz el falseo de datos que desembocó en el hundimiento de sus ventas, el pago de compensaciones a consumidores y distribuidores y una sanción de las autoridades niponas, Mitsubishi Motors se embolsó un beneficio neto de 72.600 millones de yenes (585 millones de euros).
Su facturación por ventas en el ejercicio 2016 retrocedió un 15,9 por ciento hasta los 1,91 billones de yenes (15.407 millones de euros).
La compañía de los tres rombos vendió 926.000 vehículos en todo el mundo, un 12 por ciento interanual menos, debido sobre todo a la caída en la demanda de sus minivehículos por el fiasco de los datos de consumo energético.
En Norteamérica, el fabricante nipón colocó 138.000 vehículos, un 2 por ciento interanual más, mientras que sus ventas cayeron un 22 por ciento en Japón (hasta las 80.000 unidades), un 2 por ciento en el resto de Asia (hasta las 315.000 unidades) y un 13 por ciento en Europa (hasta las 179.000 unidades).
La empresa, no obstante, ya ha emprendido "el camino de la recuperación" y confía en volver a la rentabilidad durante el actual ejercicio gracias a su "alianza estratégica" con Nissan, según dijo su director ejecutivo, Osamu Masuko, en un comunicado.
Mitsubishi Motors prevé embolsarse un beneficio neto de 68.000 millones de yenes (548 millones de euros) en el ejercicio que concluirá el 31 de marzo de 2018.
Sus estimaciones apuntan a un beneficio operativo de 70.000 millones de yenes (564 millones de euros) -catorce veces más que el de 2016 - y a un incremento de sus ventas del 5 por ciento hasta los 2 billones de yenes (16.128 millones de euros).
La empresa admitió en abril del año pasado que había falseado de forma sistemática los datos de consumo de varios de sus modelos de minivehículos -aquellos de menos de 660 centímetros cúbicos-, lo que afectaba a más de 625.000 unidades de estos automóviles comercializados sobre todo en Japón.
A raíz del escándalo y de los problemas económicos que éste generó a Mitsubishi, Nissan adquirió el pasado octubre el 34 por ciento de las acciones de la primera empresa.