Madrid, 7 mar (.).- La agencia de calificación de riesgos Moody's ha mantenido este jueves en "estables" las perspectivas para el sector bancario español, al tiempo que ha empeorado de "estables" a "negativas" las de los bancos de Bélgica, Francia, Alemania, los Países Bajos, Suecia y el Reino Unido.
Asimismo, las perspectivas del sector bancario de Italia han mejorado de "negativas" a "estables", explica la agencia en una nota remitida este jueves.
El deterioro del entorno operativo, con bajo crecimiento económico y altos costes de endeudamiento afectará al crecimiento del crédito, así como el comportamiento de los préstamos en los países europeos más grandes, particularmente en el sector corporativo, a juicio del vicepresidente y analista senior de Moody's Ratings, Effie Tsotsani.
En general, la agencia espera un deterioro moderado de la rentabilidad (del sector) desde los máximos de 2023, debido a los mayores costes de financiación y a las mayores pérdidas crediticias, pero los rendimientos aún deberían mantenerse por encima de los promedios históricos, se añade en la nota.
Volviendo al sector bancario español, Moddy's ha decidido mantener la perspectiva en "estable" al considerar que la economía española recuperó en 2023 su tamaño anterior a la pandemia y, aunque advierte de que ahora el crecimiento se está desacelerando, cree que este año seguirá superando al de los países europeos con los que se compara.
Las tasas de interés más altas seguirán respaldando la rentabilidad de los bancos, aunque las ganancias adicionales de los ingresos por intereses serán limitadas, ya que las tasas de referencia comenzaron a bajar en el cuarto trimestre de 2023 y la demanda de préstamos es débil, se destaca.
Los hogares y las empresas han reducido sus deudas, pero los préstamos problemáticos aumentarán moderadamente a medida que los mayores costes del servicio de la deuda y los menores salarios reales presionen las finanzas de los hogares y las empresas, dice Moody's.
Por último, anticipa que los ratios de capital de las entidades se mantendrán estables, así como los activos ponderados por riesgo, y las entidades devolverán cualquier exceso de capital a los accionistas.
Asimismo, considera que la liquidez y la financiación de los bancos se seguirá apoyando en la "gran base de depósitos" y los importantes activos líquidos en posesión de las entidades.