Por Elaine Lies y Linda Sieg
TOKIO, 2 abr (Reuters) - Frente a los llamamientos para declarar el estado de emergencia por el coronavirus, el primer ministro japonés Shinzo Abe fue atacado el jueves en las redes sociales por responder con el ofrecimiento de mascarillas de tela de forma gratuita, poniendo de relieve la creciente frustración de algunos ciudadanos japoneses por su gestión de la crisis sanitaria.
El ofrecimiento de dos mascarillas por hogar de Abe llegó el día después de que los expertos advirtieran que Japón está al borde de una crisis sanitaria a medida que los casos aumentan por todo el país, especialmente en Tokio. El primer ministro dijo el miércoles que Japón "apenas está manteniendo la posición" en su batalla contra el virus.
El primer ministro anunció su oferta de enviar mascarillas de tela a finales del miércoles en una reunión de un grupo de trabajo del Gobierno. Las mascarillas serán enviadas a cada uno de los más de 50 millones de hogares de Japón a partir de la próxima semana, priorizando las zonas que registren un pico en los casos.
"Se puede usar jabón para lavarlas y reutilizarlas, así que esto debería ser una buena respuesta a la repentina y enorme demanda de máscaras", dijo Abe.
Los usuarios de Twitter respondieron al anuncio con mordacidad, con Abe y las referencias a las mascarillas entre los temas más comentados deñ jueves. "¿Es el Gobierno japonés de verdad? Esto es un absoluto desperdicio del dinero de los impuestos", escribió el usuario de nombre Usube.
No es la primera vez que Abe se enfrenta a críticas por sus estrategias ante el coronavirus.
Algunos ciudadanos han afirmado que su respuesta inicial al brote del virus fue lenta, recibiendo críticas por minimizar la amenaza con la esperanza de que Tokio pudiera seguir adelante con sus planes para ser la sede de los ahora pospuestos Juegos Olímpicos de 2020. Abe ha negado estas afirmaciones.
Los críticos de Abe dicen que debería declarar el estado de emergencia, ante el temor de un pico en las infecciones tras las reuniones multitudinarias en algunos lugares con motivo de las tradicionales fiestas de observación de los cerezos en flor el mes pasado, a pesar de las recomendaciones para quedarse en casa. La esposa de Abe, Akie, fue criticada después de que se publicaran fotos de ella participando en uno de estos eventos, si bien Abe la defendió diciendo que se trataba de una reunión privada en un restaurante.
(Información adicional de Chang-Ran Kim; editado por Kenneth Maxwell; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)