BERLÍN, 15 mar (Reuters) - El primer ministro bávaro, Markus Söder, pidió claridad sobre si la vacuna COVID-19 de AstraZeneca (LON:AZN) era segura después de que los Países Bajos dejaron de usar la inyección, tras informes de pacientes que se enfermaron después de recibirla.
El Ministerio de Salud alemán dijo a Reuters el lunes que seguiría distribuyendo la vacuna a pesar de los informes de efectos secundarios graves en otros países europeos. Hasta ahora no se ha presentado ninguna evidencia estadística clara de que sea peligrosa.
El gobierno neerlandés dijo el domingo que su decisión de dejar de entregar la vacuna se basó en informes de Dinamarca y Noruega sobre posibles efectos secundarios graves, como hemorragias y coágulos de sangre.
"Tiene que haber una declaración muy clara en Alemania", dijo Söder, primer ministro de una de las regiones más ricas de Alemania, en una conferencia de prensa. "¿La vacuna es buena o mala? Ahora necesitamos declaraciones de que esta vacuna es eficaz y puede funcionar".
La semana pasada, Lothar Wieler, director del Instituto de Enfermedades Infecciosas Robert Koch de Alemania, dijo que no había evidencia de que los pacientes que recibieron la vacuna fueran más propensos que los pacientes de un grupo de edad similar a sufrir enfermedades sanguíneas.
"Dado que ahora estamos vacunando a los ancianos y a los muy ancianos, y la mayoría de las personas que mueren son, por supuesto, ancianos y muy ancianos, entonces puede haber un vínculo cronológico entre la vacunación y la muerte", dijo el viernes.
"No hay evidencia de que el vínculo sea estadísticamente excesivo", agregó Wieler.
(Reporte de Paul Carrel y Andreas Rinke, escrito por Thomas Escritt, editado en español por Gabriela Donoso)