El Ejército sirio dijo el lunes que retomó el control de todas las áreas que rodean la capital por primera vez desde el inicio de la guerra de siete años, después de expulsar a militantes de Estado Islámico de un bastión en el sur de Damasco.
Fuerzas del gobierno han estado combatiendo durante semanas por recuperar el distrito de al-Hajar al-Aswad y el campo de refugiados palestinos Yarmouk de manos de Estado Islámico desde que derrotara en abril a rebeldes en el este de Ghouta.
En un comunicado emitido por televisión, el alto comando del Ejército sirio dijo que ya no había militantes en al-Hajar al-Aswad y Yarmouk.
"Damasco y sus alrededores y el campo de Damasco y sus pueblos son áreas completamente seguras", dijo el comunicado, que agregó que el Ejército continuará combatiendo el "terrorismo" en todo Siria.
Con su completa captura de los alrededores de la capital, el gobierno del presidente Bashar al-Assad ahora está por lejos en la posición más fuerte desde los primeros días de la guerra, que ha dejado medio millón de muertos y forzado la evacuación de más de la mitad de su población desde 2011.
Rebeldes que luchan contra Assad ahora controlan sólo dos áreas importantes del noroeste y sudoeste cerca de la frontera con Turquía y Jordania. Turquía y Estados Unidos también tienen presencia en partes de Siria fuera del control del gobierno.
El grupo yihadista de línea dura Estado Islámico, que fue expulsado de la mayor parte del valle del río Éufrates el año pasado, sólo controla dos áreas desérticas sitiadas en el este de Siria. Otro grupo insurgente que le ha jurado lealtad mantiene un pequeño enclave en el sudoeste del país.
Estado Islámico también capturó una tercera parte de la vecina Irak en 2014, pero fue ampliamente derrotado allí el año pasado.