Barcelona, 15 dic (.).- Nissan pone fin este jueves a su producción en Barcelona, un remate a la trayectoria histórica de la marca automovilística en Cataluña que llega en un momento delicado para el proceso de reindustrialización tras la retirada de la opción preferida para dar nueva vida a los tres centros de la compañía.
La línea 1 de la planta de Zona Franca, donde se producía la furgoneta eléctrica e-NV200, estuvo activa por última vez el pasado jueves, y mañana saldrá el último vehículo de la 2, en la que se ensambla la pick up Navara.
El centro de Montcada i Reixac cerró ya el pasado viernes, y el de Sant Andreu de la Barca produce este miércoles sus últimos bastidores.
Los trabajadores se van a sus casas con un permiso retribuido hasta el 31 de diciembre, fecha en que se hará efectiva su baja de la compañía porque es el día fijado para el cese definitivo de la actividad de Nissan en Barcelona.
Para el recuerdo y los libros de historia quedarán los 42 años de vinculación de Nissan con la capital catalana, donde empezó a fabricar vehículos en 1979, tras hacerse con una participación minoritaria en Motor Ibérica.
En 1982, la multinacional nipona tomó el control de la compañía y cambió su denominación por Nissan Motor (T:7201) Ibérica, centrándose desde entonces en el sector de camiones, furgonetas y coches, una actividad que le llevó a contar con una plantilla de algo más de 5.000 trabajadores en sus tres centros.
Cuando Nissan anunció en mayo de 2020 que cerraba sus plantas en Cataluña la plantilla era de unos 2.500 trabajadores, una cifra que a día de hoy se ha reducido a 1.400, después de producirse prejubilaciones y salidas voluntarias con indemnizaciones.
El impacto en el empleo del cierre de la compañía es aún mayor si se tiene en cuenta los puestos de trabajo que genera entre proveedores y subcontratas, poniendo en peligro unos 20.000 empleos, según los cálculos de los sindicatos.
"Los trabajadores han ido abandonando las fábricas poco a poco. Mañana sale el último coche de Zona Franca pero antes ya se han ido los de carrocería o pinturas. Y todos se van llorando. Es muy duro", ha explicado a EFE el secretario general de CCOO en Nissan, Miguel Ángel Boiza.
El cese de la producción llega en un momento difícil del proceso de reindustrialización, sin que se haya clarificado aún el futuro de los 1.400 trabajadores de Nissan, y mucho menos el del sector auxiliar que vivía de él, en el que se han ido produciendo también despidos en los últimos meses.
A partir de mañana, sólo quedarán en Nissan unos 300 trabajadores del área de continuidad (compras e ingeniería) y otros 200 que se tienen que encargar de la limpieza y el posible desmontaje de las instalaciones y a los que se aplicará más tarde el ERE.
Los 1.400 trabajadores de Nissan afectados, y que ya han empezado a recibir las cartas de despido, tendrán que esperar en sus casas la concreción de los planes de futuro, algo que los sindicatos esperan que ocurra en la reunión de la mesa de reindustrialización que tendrá lugar el viernes.
Tras la renuncia de la china Great Wall Motors (GWM) a quedarse con Zona Franca, la consultora KPMG está elaborando una propuesta alternativa con las propuestas que están sobre la mesa, entre las que destaca el hub de descarbonización que lidera QEV.
Éste estaba pensado para la planta de Sant Andreu de la Barca, pero se espera que crezca y pueda instalarse también en parte de Zona Franca, mientras que el centro de Montcada i Reixac sería para el fabricante de motocicletas eléctricas Silence.
Una de las incógnitas es ver qué espacio se le da en Zona Franca a las propuestas logísticas que han llegado y si se acepta la del fabricante de tanques Tess Defence, que rechaza la Generalitat, pero que los sindicatos reclaman que se estudie.
"No queremos que se descarte simplemente por motivos ideológicos. Queremos saber en qué consiste y el empleo que aportará", ha destacado Boiza.