Nokia vuelve a los números rojos por el desplome de sus ventas

Juanjo Galán

Helsinki, 18 abr (EFE).- Después de registrar a finales de 2012 sus primeros beneficios trimestrales de los últimos dos años, el fabricante finlandés de teléfonos móviles Nokia presentó hoy de nuevo números rojos, debido principalmente al desplome de sus ventas en todos los mercados.

Entre enero y marzo, Nokia, otrora líder mundial de la telefonía móvil, obtuvo una pérdida neta atribuida de 272 millones de euros, un resultado que, si bien supone una clara mejora respecto a los 928 millones de pérdidas del mismo periodo de 2012, deja muchas dudas sobre su supuesta recuperación.

El gigante finlandés redujo su pérdida operativa desde los 1.338 millones de euros del primer trimestre de 2012 hasta los 150 millones de este año, un logro sin duda notable.

No obstante, la mejora de los resultados se debe más al recorte de sus enormes costes operativos que a un aumento de su volumen de ventas, ya que su facturación no ha dejado de caer desde 2009.

El aumento de la rentabilidad es fruto, sobre todo, del amplio programa de ahorro iniciado en 2011, que ha supuesto más de 30.000 despidos -la cuarta parte de la plantilla total- y la venta de muchos de sus activos, entre ellos la lujosa sede de la compañía en Espoo (Finlandia).

En el primer trimestre de 2013, la facturación de Nokia disminuyó un 20,4 % respecto al primer trimestre del año pasado, hasta los 5.852 millones de euros, lastrada por un menor volumen de ventas de dispositivos, especialmente de móviles inteligentes.

En términos absolutos, el fabricante finlandés vendió 61,9 millones de teléfonos móviles en todo el mundo, un 25 % menos, lo que provocó que la facturación de su división de dispositivos y servicios cayera un 32 % hasta los 2.888 millones de euros.

Las ventas de "smartphones" (dispositivos inteligentes) se desplomaron un 49 % hasta los 6,1 millones de unidades, debido a la fuerte competencia de rivales como Apple y Samsung, que siguen dominando el mercado mundial.

De todos los "smartphones" que Nokia vendió en estos tres meses, 5,6 millones fueron de la gama Lumia, basada en el sistema operativo Windows Phone de Microsoft.

Nokia retrocedió también en el segmento de los teléfonos básicos, equipados del sistema Symbian, al colocar 55,8 millones de unidades, un 21 % menos que en los tres primeros meses de 2012.

Por zonas geográficas, Nokia redujo sus ventas de dispositivos en todos sus mercados tradicionales, especialmente en China, hasta hace poco uno de sus baluartes, donde colocó 3,4 millones de móviles, un 63 % menos.

En Europa, su principal mercado en términos económicos, las ventas cayeron un 25 % hasta los 11,8 millones de dispositivos.

Pero aún más preocupante fue el retroceso en Norteamérica, un área estratégica para Nokia tras su alianza con Microsoft, ya que, pese a la gran inversión para promocionar la gama Lumia, apenas vendió 400.000 móviles, un 33 % menos.

La división de redes de telecomunicaciones, Nokia Siemens Networks (NSN), también facturó menos de lo previsto y sus ingresos cayeron un 5 % hasta los 2.804 millones de euros.

No obstante, NSN logró registrar una rentabilidad subyacente por cuarto trimestre consecutivo y contribuyó a mejorar en 210 millones de euros la posición financiera neta del grupo.

Según el consejero delegado de Nokia, Stephen Elop, la compañía sigue sufriendo por el "entorno altamente competitivo" del negocio de la telefonía móvil, tanto en el segmento de los "smartphones" como en el de los móviles de gama baja.

Aún así, confía en que la estrategia de adoptar Windows Phone como el principal sistema operativo de los "smartphones" de Nokia para hacer frente al Android de Google y al iOS de Apple acabará dando sus frutos.

"La gente está respondiendo positivamente a la gama de móviles Lumia y nuestros volúmenes de ventas están aumentando trimestre a trimestre", señaló en un comunicado.

Recientemente, Nokia lanzó tres nuevos modelos de gama baja y media pertenecientes a esta familia -los Lumia 520, 620 y 720-, en un desesperado intento de frenar su pérdida de cuota en los mercados emergentes. EFE