Nueva York, 14 abr (EFE).- Los descensos de las financieras y los malos datos sobre desempleo en Estados Unidos pusieron hoy contra las cuerdas a Wall Street, pero finalmente Washington llegó al rescate y salvó de los números rojos al parqué neoyorquino con la aprobación de los presupuestos para el resto de 2011.
La noticia llegó como agua de mayo a un Dow Jones de Industriales que no había visto la luz de los ascensos desde el arranque de la sesión, adolecido tanto por el frente empresarial como el macroeconómico.
Desde antes de que sonase el campanazo que da comienzo a las contrataciones en la principal plaza financiera del mundo se conocía que la cifra semanal de solicitudes del subsidio por desempleo aumentó en 27.000 la semana pasada en Estados Unidos y se situó en 412.000, la más alta en dos meses.
El dato caía como un jarro de agua fría sobre Wall Street, donde se había celebrado en las últimas semanas que esa cifra se había mantenido por debajo de la cota de las 400.000.
Tampoco había sentado bien entre los inversores neoyorquinos la noticia de que el índice de precios de productor (IPP) de Estados Unidos mantuvo en marzo su tendencia ascendente con un incremento del 0,7%, el menor en cuatro meses.
A los datos macroeconómicos se unió el descontento de Wall Street por la presente temporada de difusión de resultados empresariales en Estados Unidos, que, recién comenzada, por el momento no responde a las elevadas expectativas de los inversores.
Si el lunes ya decepcionó Alcoa -pese a unas cuentas que superaron los cálculos de los analistas- y fue castigada con descensos superiores a los seis puntos porcentuales, el miércoles era el turno de JP Morgan Chase, que tampoco convenció al parqué neoyorquino pese a haber aumentado su beneficio del primer trimestre en un 67 % interanual.
Las cuentas de JP Morgan seguían resonando hoy en Wall Street y los inversores volvieron a penalizar al segundo mayor banco del país por activos con un descenso del 2,77 % -el más pronunciado del Dow Jones de Industriales-, con el que volvió a llevarse por delante a otras entidades de ese sector, como Goldman Sachs (-2,73 %), Wells Fargo (-1,73 %) o Bank of America (-1,06 %).
Esta última queda así en una posición difícil para presentar mañana sus resultados empresariales antes de la apertura de la bolsa, ya que Wall Street ha colocado su vara de medir muy alta en esta temporada de resultados.
Eso mismo ha sido lo que ha ocurrido con el gigante tecnológico Google, del que estuvieron hoy pendientes todo el día los inversores neoyorquinos, ya que difundía sus cuentas tras el cierre de la sesión.
El buscador de Internet, que había cerrado con un avance del 0,39 %, caía el 5 % en las contrataciones posteriores al cierre del mercado a pesar de que anunció que entre enero y marzo de 2011 ganó 2.298 millones de dólares, un 17,5 % más que en el mismo período del año pasado, y facturó 8.575 millones de dólares, un 27 % más que en igual lapso de 2010.
La situación parecía hoy bastante difícil de arreglar en el parqué, pero al igual que pasara el miércoles con el anuncio del plan del presidente de EE.UU., Barack Obama, para reducir la deuda pública estadounidense, Wall Street fue rescatada por la aprobación por parte de la Cámara de Representantes de los presupuestos para lo que queda del año fiscal 2011.
El presupuesto, aprobado por un amplio margen, prevé un recorte de 38.500 millones de dólares, que afectará a una amplia gama de programas de los departamentos de Trabajo, Salud y Educación, entre otros, algo que fue bien recibido entre los inversores neoyorquinos, aunque algunas voces continúan preguntándose cuál será su impacto en la todavía débil recuperación económica estadounidense.
Sea como fuere, e igual que ocurriese el miércoles, Wall Street logró cambiar de rumbo a última hora y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, avanzó el 0,12 % para cerrar en las 12.285,15 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 ganó un ínfimo 0,01 %, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq perdió el 0,05 %. EFE