Las autoridades belgas previnieron a los Mossos de escuadra de la radicalización del imán de Ripoll. Fue la policía de Vilvoorde quien se dirigió a los agentes catalanes para intentar averiguar si tenían datos sobre Abdelbaki Es Satty, que residió en la pequeña localidad belga durante tres meses el año pasado y habría llevado a cabo actividades sospechosas según la policía local.