Investing.com – El optimismo suscitado en torno a la agenda económica procrecimiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho subir las acciones de la nación hasta máximos históricos; el Dow ha registrado su noveno cierre record consecutivo este miércoles.
En general, las acciones de Estados Unidos han subido casi un 15% desde las elecciones, impulsadas por las promesas de Trump acerca de la reforma fiscal, el gasto en infraestructura y la regulación bancaria.
Unas valoraciones tremendamente elevadas han provocado que algunos fondos de cobertura estimen que el repunte está llegando a su fin, pues el entusiasmo en torno a las políticas de Trump es exagerado y no se ha tenido en cuenta el riesgo político en Europa.
El nivel de posiciones cortas ‒la apuesta por el descenso de una acción‒ en el Dow Jones de Industriales se ha disparado un 13% durante los 30 días anteriores al 20 de febrero.
Además, durante las primeras siete semanas de este año, los expertos han vendido 5,5 veces más acciones de las que han comprado, lo que significa que están deshaciéndose de acciones a un ritmo bastante agresivo.
Esto se produce en un momento en que los inversores minoristas están incorporándose al mercado para obtener rápidas ganancias.
Se ha atribuido a Trump el papel de catalizador principal del impresionante repunte de Wall Street desde el día de las elecciones, aunque algunos lo han denominado “el Repunte Trump”, pues a los inversores les gustan sus promesas sobre la reforma fiscal, el gasto en infraestructura y la desregulación.
Sin embargo, los últimos avances han provocado cierta especulación sobre una reversión a corto plazo, ya que algunos gestores de fondos han achacado la actual euforia del mercado bursátil a la burbuja puntocom, que tocó techo el último día de 1999 y luego estalló dramáticamente.
La cuestión es, quién o cuál será la causa de la reversión.
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