Sao Paulo, 7 ene (EFE).- El exministro colombiano y exdirector ejecutivo de la CEPAL, José Antonio Ocampo, dijo hoy en Sao Paulo que ve el final del conflicto armado en Colombia como una oportunidad "social y política" para "convivir pacíficamente" y no tanto como "una oportunidad económica".
Según expresó el actual profesor de la Universidad estadounidense de Columbia, unas negociaciones fructíferas entre el Gobierno colombiano de Juan Manuel Santos y la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) también darán pie "a invertir en los temas en los que el país está atrasado".
"Seguimos siendo uno de los campeones en desigualdad en América Latina, se va a tener que invertir mucho en las zonas rurales que han sido foco del conflicto", analizó, y añadió que si dicho hipotético final tiene efectos económicos "será maravilloso" pero que, a su juicio, "no es el tema importante para la paz".
Asimismo, recordó que Colombia atrae inversión extranjera "a chorro" y que, por tanto, la violencia en el país no ha supuesto durante los más de cuarenta años de guerrilla "un problema" para los inversores "muy concentrados en petróleo y minerales".
El exministro de Hacienda participó hoy en un congreso sobre economía organizado por la Fundación Getulio Vargas (FGV) en el que expuso los efectos de la crisis financiera mundial en América Latina y apuntó a que Colombia puede ser "dentro de las economías medianas" una de las que experimente "un mayor crecimiento".
"No veo muchos países motores de la economía, hay cifras negativas en casi todos los lugares, pero hay dos países, Perú y Colombia, sobre todo éste último, que tiene opciones de crecer a buen ritmo", subrayó.
Al respecto, el economista declaró que estas perspectivas se deben a que el país "tuvo suerte en los precios de exportación", los que calificó de "excepcionales" así como un gran acceso a la inversión y "un manejo económico relativamente bueno".
En la misma línea, señaló que lo que Colombia hizo "mal" fue comenzar un proceso de "desindustrialización" que dio lugar a una contracción de la producción industrial durante 2013 y que puede suponer "una quiebra importante".
Aún así, celebró el hecho de que el Ejecutivo del país andino "parece haber puesto la reindustrialización de nuevo en la agenda". EFE