Maliaño (Cantabria), 15 ene (EFE).- El presidente de la compañía de bajo coste irlandesa Ryanair, Michael O'Leary, ha dicho hoy que espera que el Gobierno de España reconsidere su postura ante la subida de las tasas aeroportuarias, que ha cifrado en el ocho por ciento.
En su opinión, desde la entrada en vigor de las nuevas tasas, se ha producido una caída de diez millones de pasajeros.
O'Leary, que ha hecho hoy balance de las operaciones registradas por la compañía en el aeropuerto cántabro de Parayas -donde opera desde 2004-, ha descartado que Ryanair pueda optar a cubrir los huecos que Iberia vaya a dejar en Madrid o Barcelona, tras la reestructuración de la empresa española.
Ha dicho que lo ve difícil, porque la mayor parte de los vuelos de Iberia pasan por Madrid, y es en ese aeropuerto donde el Gobierno ha decidido doblar las tasas, lo que hace imposible -ha señalado- mover pasajeros entre la capital y Santander con tarifas de 15 o 20 euros.
O'Leary ha opinado que "esos huecos" en el mercado quedarán sin ocupar durante un tiempo hasta que el Gobierno "reconsidere" su postura.
Para el presidente de Ryanair, es "incomprensible" que el Ejecutivo "haya doblado" las tasas en los dos aeropuertos principales, Madrid y Barcelona, "sobre todo, teniendo en cuenta la situación actual de desempleo en un país en el que el turismo es una industria tan importante".
Michael O'Leary, que ha recordado que sus primeros trabajos fueron en hoteles y bares, ha considerado que la industria turística sería "una gran oportunidad" para crear trabajo entre la juventud, que se está perdiendo con el incremento de tasas.
Preguntado por las críticas que en los últimos meses está recibiendo la compañía, Michael O'Leary ha dicho "no entenderlas", ya que ha afirmado que "Ryanair tiene garantizados todos los registros de seguridad en sus vuelos".
Ha señalado que los pasajeros "quieren" a Ryanair, ya que, según ha precisado, siguen optando por esta compañía entre las de bajo coste, ya que -insiste- se demuestra en los más de 1.500 vuelos al día que realiza o en los casi 80 millones de viajeros que tiene en Europa.
Respecto a la política de combustible, ha explicado que "no se ejerce ningún tipo de presión" sobre los pilotos en torno a la cantidad extra que llevan en cada vuelo.
O'Leary ha señalado que un 54 por ciento de sus pilotos opta por llevar combustible extra en cada viaje para atender necesidades o imprevistos de tipo climatológico o provocados por el tráfico aéreo.
El presidente de Ryanair ha afirmado que "no se siente perseguido" y ha calificado como "falsas" las acusaciones de falta de seguridad que se han hecho en contra de la compañía aérea irlandesa.
Ha manifestado que lo sucedido en Valencia en el mes de septiembre "fueron incidentes aislados desafortunados, en los que los vuelos llevaban combustible de sobra y cumplían las normas de seguridad" y ha reiterado que Ryanair cumple los registros de seguridad exigidos y no entiende los motivos por los que se quiere "dañar la imagen" de la compañía. EFE
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