Madrid, 10 mar (.).- La presidenta del Operador del Mercado Eléctrico (OMEL), Carmen Becerril, ha dicho que es difícil pensar que un país, unilateralmente, pueda romper el modelo de casación vigente en el mercado mayorista eléctrico, pues tendría que cerrar sus interconexiones con otros estados, en el caso de España con Francia y Portugal.
Becerril, que ha inaugurado este jueves la jornada "Eólica y mercado", organizada por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), ha manifestado que es "extremadamente difícil" buscar una solución a los altos precios de la electricidad que suponga alterar el criterio de casación.
Actualmente, en el mercado mayorista, de carácter marginalista, las ofertas de los generadores casan precios en cada franja horaria con la demanda y la última oferta que logra casar, la más cara, es la que fija el precio que se paga a todas.
La presidenta de OMEL ha señalado que la alteración del criterio de casación, o lo hacen los 26 países que comparten en Europa el mismo sistema de fijación de precios, o el primer efecto que tendría que un país rompiese el criterio de la casación, sería el cierre de sus fronteras de interconexión eléctrica.
En este sentido, ha explicado que si España decidiese alterar la casación, sin que la alteración fuese acompañada con los mismos criterios en Portugal y Francia, tendría que cerrar sus interconexiones con esos países.
Becerril ha dicho que en estos momentos la Península Ibérica se encuentra en una situación de sequía, que llevó al Gobierno portugués hace un mes a restringir el turbinado de agua para generación eléctrica en cuatro cuencas hidroeléctricas, un mes en el que Portugal importó el 22 % de la energía eléctrica del sistema español.
También ha recordado que el intercambio con Francia es una parte esencial, no sólo de la seguridad del sistema eléctrico español, sino también del flujo necesario de energía que tiene que haber para "un arbitraje de precios saludable".
Se ha preguntado si España se puede permitir cerrar la interconexión con Francia, que es la que en buena medida da carta de naturaleza al mercado continuo eléctrico en el que se trabaja para ajustar posiciones, y que incorpora a España no sólo a Francia, sino a cualquier punto de la geografía europea.
Por eso, ha indicado que "es bastante difícil pensar que se pueda adoptar una decisión que rompa el modelo de la casación unilateralmente por parte de un país".
No obstante, ha manifestado que se pueden adoptar muchas medidas "postcasación" y otras que, eventualmente, la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) europea pueda poner sobre la mesa para que todos los países que la integran tengan una respuesta concreta.
Ha añadido que eso es lo que espera que ocurra dentro del próximo mes de abril, cuando ACER dará a conocer su informe sobre el modelo de mercado eléctrico.