Bridgetown, 14 dic (EFE).- La líder la oposición en Barbabos, Mia Mottley, criticó hoy la decisión de despedir a 3.000 funcionarios públicos, y acusó al Ejecutivo de hacerlo sólo para complacer al Fondo Monetario Internacional (FMI), que advirtió esta semana de los grandes retos que afronta la isla.
"La decisión de eliminar 3.000 empleos públicos es la mayor traición del mandato de este Gobierno. Hemos escuchado una y otra vez a los ministros diciendo que no habría despidos, durante y después de la elección, y el primer ministro fue quien dirigió ese coro", dijo Mottley en una conferencia de prensa.
El pasado viernes, el ministro de Finanzas de Barbados, Chris Sinckler, anunció el despido de 3.000 empleados públicos, la congelación salarial para el resto durante dos años y una rebaja del 10 % en el salario de los miembros del Ejecutivo y el Parlamento, como parte de un plan de reducción de costos puesto en marcha por el Ejecutivo.
La máxima responsable del Partido Laborista de Barbados (BLP) advirtió que la "tormenta todavía está llegando", que "la recuperación aún está muy lejos" y denunció que las medidas aplicadas por el Gobierno no detendrán la "caída libre" en la que ha entrado la economía de Barbados.
"No se trataba de crecimiento, porque ahora ni siquiera la gente podrá hacer frente a la Navidad con la confianza de que su dinero llegará a partir del próximo año", lamentó Mottley.
En su opinión, "nadie que va a traer dinero a Barbados después del anuncio del viernes, ni habrá nadie local que vaya a arriesgar su dinero, porque no se ve el final del túnel.
El FMI, que esta semana se reunió con legisladores y representantes empresariales, sindicales y educativos, respaldó el viernes la decisión gubernamental de eliminar 3.000 empleos públicos y rebajar los sueldos el próximo año.
En un comunicado, recordó que los salarios de los empleados públicos suponen el 10,3 % del producto interior bruto (PIB), el porcentaje más elevado de la región.
"Esta medida reducirá el gasto y enviará una fuerte señal del compromiso político, aunque estos trabajadores deberán tener acceso a las ayudas al desempleo y programas de reinserción laboral", apuntó el FMI.
Añadió que "la reducción de la deserción y la aplicación de una fórmula salarial que congela el salario medio por trabajador también podría reducir la masa salarial de manera significativa y contribuir a reducir los costos de mano de obra en toda la economía".
Para el FMI, la economía de Barbados continúa enfrentando importantes desafíos económicos, con débiles exportaciones, escaso turismo y una elevada deuda pública (94 % del PIB), y necesita "ajustes de políticas urgentes y reformas más profundas durante un período prolongado para restablecer la sostenibilidad".
"En el sector externo, los ingresos por turismo se han mantenido planos y el déficit por cuenta corriente podría alcanzar este año el 11,4 % del PIB. Hubo una fuerte caída de los flujos de capital privado en 2013 y las reservas internacionales han caído 468 millones de dólares al final de octubre". EFE
"La decisión de eliminar 3.000 empleos públicos es la mayor traición del mandato de este Gobierno. Hemos escuchado una y otra vez a los ministros diciendo que no habría despidos, durante y después de la elección, y el primer ministro fue quien dirigió ese coro", dijo Mottley en una conferencia de prensa.
El pasado viernes, el ministro de Finanzas de Barbados, Chris Sinckler, anunció el despido de 3.000 empleados públicos, la congelación salarial para el resto durante dos años y una rebaja del 10 % en el salario de los miembros del Ejecutivo y el Parlamento, como parte de un plan de reducción de costos puesto en marcha por el Ejecutivo.
La máxima responsable del Partido Laborista de Barbados (BLP) advirtió que la "tormenta todavía está llegando", que "la recuperación aún está muy lejos" y denunció que las medidas aplicadas por el Gobierno no detendrán la "caída libre" en la que ha entrado la economía de Barbados.
"No se trataba de crecimiento, porque ahora ni siquiera la gente podrá hacer frente a la Navidad con la confianza de que su dinero llegará a partir del próximo año", lamentó Mottley.
En su opinión, "nadie que va a traer dinero a Barbados después del anuncio del viernes, ni habrá nadie local que vaya a arriesgar su dinero, porque no se ve el final del túnel.
El FMI, que esta semana se reunió con legisladores y representantes empresariales, sindicales y educativos, respaldó el viernes la decisión gubernamental de eliminar 3.000 empleos públicos y rebajar los sueldos el próximo año.
En un comunicado, recordó que los salarios de los empleados públicos suponen el 10,3 % del producto interior bruto (PIB), el porcentaje más elevado de la región.
"Esta medida reducirá el gasto y enviará una fuerte señal del compromiso político, aunque estos trabajadores deberán tener acceso a las ayudas al desempleo y programas de reinserción laboral", apuntó el FMI.
Añadió que "la reducción de la deserción y la aplicación de una fórmula salarial que congela el salario medio por trabajador también podría reducir la masa salarial de manera significativa y contribuir a reducir los costos de mano de obra en toda la economía".
Para el FMI, la economía de Barbados continúa enfrentando importantes desafíos económicos, con débiles exportaciones, escaso turismo y una elevada deuda pública (94 % del PIB), y necesita "ajustes de políticas urgentes y reformas más profundas durante un período prolongado para restablecer la sostenibilidad".
"En el sector externo, los ingresos por turismo se han mantenido planos y el déficit por cuenta corriente podría alcanzar este año el 11,4 % del PIB. Hubo una fuerte caída de los flujos de capital privado en 2013 y las reservas internacionales han caído 468 millones de dólares al final de octubre". EFE