Lisboa, 18 abr (EFE).- Los principales partidos de la oposición de Portugal y el sindicato mayoritario del país censuraron hoy la insistencia del Gobierno en el camino de la austeridad y alertaron de que las medidas anunciadas hoy degradarán servicios básicos.
El Partido Socialista (PS), el principal de la oposición, descalificó el plan del Gobierno para ahorrar 800 millones en todos los servicios públicos aprobado en Consejo de Ministros.
"Los argumentos del Gobierno ya fallaron y la sociedad portuguesa ya les dijo 'no' de una forma muy rotunda", declaró el diputado socialista Pedro Marques, en alusión a las protestas populares contra una política económica del Ejecutivo conservador que considera reiterada con los anuncios de hoy.
El PS, que firmó el rescate financiero en mayo de 2011 cuando lideraba el Gobierno, se ha distanciado significativamente del partido que lidera el Ejecutivo, el Social Demócrata (PSD, centroderecha), por considerar que se ha excedido en la austeridad y no se ha preocupado por el crecimiento económico.
El apelo al consenso nacional para superar la grave crisis del país realizado el martes por el primer ministro Pedro Passos Coelho, es poco más que "teatro" para Marques, dado que el Ejecutivo no da muestras gestos de abandonar su estrategia de recortes presupuestarios.
"El Gobierno quiere insistir en la misma política que sabe que el PS rechaza, la novedad es que dice que quiere hacerlo con el consenso del PS, solo para representar una negociación, intentar asociar al PS a una imagen de radicalismo", concluyó el diputado.
La cuarta fuerza política, el Partido Comunista Portugués (PCP), censuró con vehemencia al Ejecutivo, al que acusó de estar preparando un segundo rescate financiero y de golpear las funciones sociales de Estado.
Según el diputado comunista Honorio Novo, el Gobierno es "sumiso" ante el "chantaje inaceptable" de los organismos que prestan al país 78.000 millones de euros, conocidos como la 'troika' (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
El camino de la austeridad trazado por el Gobierno prepara el terreno para un segundo rescate, alertó Novo, que lo considera una "consecuencia inevitable de la austeridad impuesta".
Para el marxista Bloque de Izquierda (BE, en sus siglas en portugués), el Ejecutivo de Passos Coelho no aprendió con la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló la supresión de una paga anual a funcionarios y jubilados y con la reducción de los subsidios de desempleo y enfermedad.
El líder parlamentario del BE, Pedro Filipe Soares, señaló que "ataca el Estado social" destruirá lo que fue construido durante décadas y resaltó que el Gobierno se encuentra solo en su "apuesta ciega" por la austeridad.
El sindicato comunista Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP), el principal y más combativo del país, avisó que las medidas propuestas por el Ejecutivo tienen como objetivo "amputar" al país e insistió en la necesidad de convocar elecciones.
Su líder, Armenio Carlos, calificó de "embuste" la invitación del Ejecutivo a un consenso nacional, y responsabilizó a la política de austeridad de hundir a Portugal en una "espiral recesiva" que provoca más quiebras, desempleo, déficit, deuda y recortes.
Para el sindicalista, Portugal debe reducir el pago de los intereses del rescate financiero y congelar durante tres años la devolución de los préstamos. EFE