París, 2 nov (.).- Orange (PA:ORAN) anunció este martes la puesta en marcha operativa de su nueva filial Totem, que agrupa sus infraestructuras de móviles en Francia y España, y a la que ha dado autonomía de gestión con la intención de abrirlas a otros operadores e incrementar así su nivel de actividad y su negocio.
La tasa de ocupación de sus torres y repetidores es actualmente del 30 % y el objetivo es incrementarla al 50 %, gracias en particular al alquiler de una parte de su capacidad a otras empresas de telecomunicaciones indicaron a Efe fuentes de Orange.
En concreto, propondrá ofertas para poner en común con otros operadores las infraestructuras y comercializará servicios de cobertura en espacios densos y cerrados como estadios, metros, trenes u oficinas.
Totem reúne actualmente 18.500 implantaciones en Francia (un 58 % son repetidores en torres y un 30 % en tejados o terrazas, a los que se añaden un 12 % en otro tipos de instalaciones) y 7.900 en España (la mitad en pilonas y la otra mitad en tejados o terrazas).
En 2020, esos equipamientos aportaron una facturación de unos 500 millones de euros y un resultado bruto operativo (ebitda) de 300 millones.
La nueva entidad, al frente de la cual está Nicolas Roy como director general, es propiedad al 100 % de Orange, que tiene intención de mantener el control, aunque no descarta en el futuro sacar una parte minoritaria de su capital a bolsa.
Su consejero delegado, Stéphane Richard, subrayó en un comunicado que el lanzamiento de Totem supone "una etapa clave en nuestra estrategia europea de infraestructuras".
"Su apertura a los otros operadores va a permitir optimizar su utilización", indicó Richard, que hizo hincapié en su voluntad de dar a la nueva entidad apoyo "tanto en el terreno estratégico como financiero para convertirla en una líder incontestable en el mercado europeo y conservar este activo estratégico en una perspectiva industrial de largo plazo".
Sobre ese último punto, remachó que al mantener el control de sus infraestructuras, el grupo francés ha hecho una apuesta "esencial" de cara a su "futuro crecimiento".
Orange quiso dejar claro que la dirección y el funcionamiento de esta nueva filial serán "totalmente independientes" para garantizar que no habrá conflicto de intereses en la utilización de las torres con los potenciales clientes.
También avanzó que junto a los que tiene en Francia (donde cuenta con un centenar de empleados en siete centros de trabajo) y en España (una cincuentena de asalariados en ocho centros), "estudiará la posibilidad de integrar otros activos de infraestructuras pasivas móviles del grupo en Europa susceptibles de crear valor".