París, 17 feb (EFE).- La operadora de telecomunicaciones francesa Orange cerró 2014 con un beneficio de 1.225 millones de euros, un 42,6 por ciento menos que en 2013, y una caída del 3,7 % en su facturación, hasta los 39.445 millones, pese a lo cual dijo estar satisfecha con los resultados de su actividad comercial.
La caída en su resultado neto fue vinculada al aumento de las cargas en el impuesto sobre sociedades y a la disminución del resultado neto de las actividades cedidas o en proceso de cesión, elementos no ligados de forma directa a su actuación, además de a una bajada del 14,3 % en su resultado de explotación.
El presidente director general del grupo, Stéphane Richard, estimó que 2014 ha sido un año importante en la historia del grupo y muy bueno en particular en el plano comercial, que ha demostrado, en su opinión, que la apuesta por diferenciarse por la calidad de la oferta e infraestructuras "funciona".
La empresa se congratuló especialmente de que su nivel de rentabilidad se haya mantenido estable, a la vista de que el resultado bruto de explotación (EBITDA), de 12.190 millones de euros (-3,6 %), representó en 2014 un 30,9 % de la facturación, el mismo porcentaje que en 2013.
"Marca el final de un ciclo en que la rentabilidad de las operaciones se había degradado. Era el objetivo central", indicó Richard en conferencia de prensa, donde señaló que ese porcentaje "permite compensar la bajada en los ingresos".
Para el grupo, sus resultados comerciales, el crecimiento de las inversiones en telefonía móvil y fija, la prosecución de la reducción de costes, cifrada en 707 millones en 2014, y el compromiso de su personal figuran como impulsores de la mejora progresiva de la situación.
El año pasado, según su propia valoración, fue importante también en materia de implantación internacional, particularmente con la oferta pública de adquisición por 3.400 millones de euros presentada sobre la totalidad de la española Jazztel, calificada por Richard como "la más importante en diez años".
El presidente la vio como una operación clave para mantener la intensidad de la competencia en España, donde facturó 3.876 millones de euros en 2014 (-4,4 %), y dijo confiar en que la investigación emprendida por la Comisión Europea (CE) finalice con el visto bueno de la institución comunitaria.
Asimismo, al respecto de la reciente oferta de adquisición por parte de BT de la operadora de móviles EE -formado por Orange y Deutsche Telekom- , Richard dijo que "Reino Unido, como todos los mercados europeos, tiende también hace la convergencia" y destacó que la valoración de EE "refleja la calidad del trabajo realizado".
En Francia, su principal mercado, la empresa anotó un EBITDA de 6.991 millones de euros, un 2 % menos, y una facturación de 19.304 millones (-3,6 %), y estimó que con esas cifras confirma la mejora progresiva experimentada desde principios de año.
Para 2015, Richard avanzó que aunque no espera una disminución de la competencia y se mantiene "prudente" sobre la evolución en sus principales mercados, no varía su objetivo de obtener un EBITDA de entre 11.900 y 12.100 millones, ni su política de adquisición y fusiones selectivas y exigentes.
Sus planes hasta 2020 serán desvelados el próximo 17 de marzo, pero la empresa adelantó hoy que la estrategia girará en torno a la diferenciación por la calidad de la experiencia ofrecida a los usuarios, tanto en lo relativo a la conexión como al acompañamiento, con la que se posibilite "sacar lo mejor de la revolución digital".
"Cada vez que mejoras la calidad de lo que haces disminuyes el precio pagado por lo que falla, y haremos todos los ahorros que podamos hacer al respecto", concluyó Richard, que dijo buscar a medio plazo la consecución de un balance sólido con una deuda "controlada".