París, 7 sep (EFE).- El operador de telecomunicaciones Orange utilizó procedimientos contables para no pagar el impuesto de sociedades en Francia entre 2000 y 2010, lo que le permitió ahorrar entre 1.000 y 1.500 millones de euros cada ejercicio, reveló "BFM Bussiness".
Orange recurrió a dos estratagemas para eximirse de pagar el impuesto de sociedades, el primero utilizar las pérdidas que encajó en 2001 y 2002 para deducir en los años siguientes los beneficios como lo permiten las reglas fiscales, explicó la cadena de información económica.
Además, generó 9.000 millones de euros de pérdidas fiscales en 2005 con la absorción de una filial llamada Cogecom que había empleado para efectuar toda una serie de adquisiciones fuera de Francia.
Una vez incorporadas, el valor de esas compras se revisó a la baja, lo que se tradujo en una depreciación de Cogecom de 11.500 millones de euros.
A partir de esos mecanismos, el déficit fiscal acumulado a finales de 2006 era de 24.500 millones de euros y el operador histórico francés esperaba escalonarlo hasta finales de 2015 para poderse ahorrar el impuesto sobre los beneficios.
Las cosas cambiaron a finales de 2011, ya que ese año el Gobierno del primer ministro conservador François Fillon limitó el dispositivo de aplazar las pérdidas a ejercicios futuros y obligó a que las empresas pagaran un mínimo de impuesto.
De esa forma, Orange abonó 322 millones de euros en 2011 y 319 millones en el ejercicio siguiente.
Paralelamente, un control del fisco consideró que la compañía había abusado en las depreciaciones de Cogecom, decisión confirmada el pasado 4 de julio por un tribunal administrativo.
Orange ha recurrido ese dictamen judicial, pero al no ser suspensivo, ha tenido que pagar 2.100 millones de euros a Hacienda, lo que constituye "un récord" en este tipo de operaciones de control, equivalente a un 0,10 % del déficit público francés. EFE
Orange recurrió a dos estratagemas para eximirse de pagar el impuesto de sociedades, el primero utilizar las pérdidas que encajó en 2001 y 2002 para deducir en los años siguientes los beneficios como lo permiten las reglas fiscales, explicó la cadena de información económica.
Además, generó 9.000 millones de euros de pérdidas fiscales en 2005 con la absorción de una filial llamada Cogecom que había empleado para efectuar toda una serie de adquisiciones fuera de Francia.
Una vez incorporadas, el valor de esas compras se revisó a la baja, lo que se tradujo en una depreciación de Cogecom de 11.500 millones de euros.
A partir de esos mecanismos, el déficit fiscal acumulado a finales de 2006 era de 24.500 millones de euros y el operador histórico francés esperaba escalonarlo hasta finales de 2015 para poderse ahorrar el impuesto sobre los beneficios.
Las cosas cambiaron a finales de 2011, ya que ese año el Gobierno del primer ministro conservador François Fillon limitó el dispositivo de aplazar las pérdidas a ejercicios futuros y obligó a que las empresas pagaran un mínimo de impuesto.
De esa forma, Orange abonó 322 millones de euros en 2011 y 319 millones en el ejercicio siguiente.
Paralelamente, un control del fisco consideró que la compañía había abusado en las depreciaciones de Cogecom, decisión confirmada el pasado 4 de julio por un tribunal administrativo.
Orange ha recurrido ese dictamen judicial, pero al no ser suspensivo, ha tenido que pagar 2.100 millones de euros a Hacienda, lo que constituye "un récord" en este tipo de operaciones de control, equivalente a un 0,10 % del déficit público francés. EFE