Budapest, 13 oct (.).- El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, insistió hoy en sus críticas a las sanciones de la Unión Europea contra Rusia por su agresión a Ucrania, y advirtió de que son un peligro para la economía de su país, ya que elevan el precio de la energía.
"No dejaremos que las sanciones de Bruselas arruinen la economía húngara", aseguró Orbán en un breve mensaje publicado en la red social Facebook (NASDAQ:META), al reiterar que "las erróneas sanciones de Bruselas" suponen una amenaza para Hungría.
El primer ministro, considerado como el único aliado de Moscú entre los líderes de la Unión Europea (UE), opinó que Bruselas "no ayuda a Ucrania" si acaba arruinando la economía europea.
Orbán ya había asegurado antes que las sanciones "son catastróficas" y que "podría matar" a las economías europeas, como la húngara, que no tiene salida al mar y dependen de las fuentes de energía rusas.
"Si se aplica un embargo al crudo ruso, la economía húngara se frena", recalcó el primer ministro, a pesar de que Hungría ha recibido una excepción ya que no cuenta con salida marítima para importar petróleo de otras fuentes.
Paralelamente, Hungría sigue estrechando sus lazos, y su dependencia con las fuentes de energía que compra a Rusia.
El ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, informó anoche desde Moscú que la gasista rusa Gazrpom ha confirmado que Hungría seguirá recibiendo ese combustible.
"Gazprom (MCX:GAZP) ha confirmado el mantenimiento de los envíos a Hungría a través del (gasoducto) Turkish Stream a largo plazo", afirmó Szijjártó, que ha estado en Moscú tratando ese tema con la empresa estatal rusa.
El ministro adelantó que en Hungría "seguramente" no habrá limitaciones en el uso de gas.
Hungría importa desde Rusia el 65 % del gas y el 85 % del petróleo que usa.