Flora Alexandrou
Nicosia, 20 mar (EFE).- Los chipriotas han recibido con orgullo el rechazo de su Parlamento al plan del Eurogrupo de imponer una tasa a los depósitos privados, aunque reconocen que su país atravesará momentos difíciles.
Los parlamentarios chipriotas rechazaron ayer por amplia mayoría ese impuesto a los depósitos privados, pese a que el Gobierno había presentado una versión suavizada, que dejaba exentos los ahorros inferiores a 20.000 euros.
La decisión del Eurogrupo ha despertado la indignación de los chipriotas que la consideran una traición de los socios europeos a Chipre.
"El rechazo de nuestros representantes me provocó un sentimiento de alivio, de orgullo" comentó a Efe, Andros Tsekuras, de 40 años, que como muchos otros chipriotas consideran el impuesto sobre los depósitos como "algo ilegal que crea la inseguridad no sólo a Chipre sino al resto de Europa".
"Ya sabíamos de las dificultades, pero es nuestro deber luchar y permanecer unidos, pase lo que pase. Por lo demás, mal de muchos, consuelo de tontos", dijo este hombre tras haber sacado dinero del cajero automático.
Los cajeros automáticos parecen haberse convertido en estos momentos en un oasis para los chipriotas, por ser la única fuente de donde sacar dinero, pues los bancos están cerrados y continuarán cerrados hasta el próximo martes, informó hoy la portavoz del Banco Central, Aliki Stilianu.
Tras la negativa rotunda del Parlamento a la tasa el Gobierno de este pequeño país mediterráneo busca urgentemente alternativas para salvar su economía.
El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, y los líderes de los partidos decidieron hoy elaborar un plan "B" para buscar vías alternativas para cubrir la aportación de 5.800 millones de euros exigida por el Eurogrupo a cambio del rescate.
"Hay alternativas, no existe sólo la troika, hay países terceros como Rusia, que puede ser solución para nosotros", opinó Lefkios Eleftheríu, un ingeniero de Nicosia que expresó su preocupación por una posible quiebra de su país.
"Me preocupa la idea de una quiebra, pero no creo que nos vayan a dejar en la estacada, visto que se trata de una cantidad muy pequeña en comparación a los demás rescates. Temo también por otros países europeos que son países mucho mas grandes de nosotros", dijo.
Muchos chipriotas confían en una ayuda rusa debido a los lazos estrechos que unen ambos países desde hace muchos años, y esperan el regreso del ministro de Finanzas, Mijalis Sarris, de su viaje a Rusia con la esperanza de escuchar "buenas noticias".
"Ojalá el ministro venga con noticias que nos ayuden", señaló a Efe Andreas, un desempleado mientras jugaba al backgammon en un bar de Nicosia, y que añadió que está muy orgulloso del rechazo al plan.
Sarris viajó ayer a Moscú para pedir una prórroga de cinco años y una rebaja de los intereses sobre el crédito de 2.500 millones de euros que Rusia concedió a la isla en 2011.
La imposición a los depósitos bancarios perjudica especialmente los intereses de Rusia, cuyo capital en la isla se estima en unos 20.000 millones de dólares (15.474 millones de euros).
A los rusos les corresponde más de una quinta parte de todos los depósitos en los bancos de Chipre, que suman unos 91.500 millones de dólares (70.544 millones de euros).
"Las alternativas existen. La primera es que la Unión Europea devuelva a su gente la confianza que necesita. Que le devuelva la vida que le está quitando con la falta de respeto hacia los principios que ella misma manifiesta", opinó Nasia Mulashi, que trabaja en el aeropuerto de Larnaka. EFE
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