Madrid, 7 jun (.).- El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha confiado en que los mercados reconozcan el "auténtico valor" de la compañía, que acaba de superar el "ecuador" de una transformación que la ha fortalecido, y ha asegurado que sus acciones tienen un potencial de revalorización del 22 %.
Ante las observaciones de algunos accionistas durante la junta celebrada este viernes en Madrid, ha argumentando que las empresas de telecomunicaciones acumulan tres años de caídas bursátiles, que los mercados emergentes en los que Telefónica está presente se han visto muy penalizados y que el sector sufre los efectos de "una regulación incierta" e importantes necesidades de inversión, especialmente en la subastas de espectro.
Además, ha dicho, Telefónica se está viendo afectada por la incertidumbre que genera la posible salida de la UE de Reino Unido, donde tiene un negocio muy potente, y es uno de los principales componentes del IBEX 35, que bajó el año pasado un 15 %.
Sin embargo, ha confiado en que el mercado termine reconociendo la fortaleza de Telefónica y ha apuntado que el precio objetivo del consenso de los analistas es de 8,8 euros por título, lo que supone un potencial de apreciación del 22 %.
Mientras decía estas palabras, los títulos de Telefónica subían en 0,3 %, hasta los 7,42 euros; aunque en el último mes se han apreciado un 2,5 %, en el último año han caído un 4,4 %.
Desde que Álvarez-Pallete es presidente del grupo (abril de 2016), las acciones han caído un 12 %, con un máximo de 11,12 euros en mayo de 2017 y un mínimo de 7,64 en junio de 2016.
Ante esta situación, el economista madrileño ha dicho que no está en su mano controlar el valor de la acción, sí lo está la gestión de la compañía y, al respecto, ha manifestado que está trabajando para diseñar "una compañía para los próximos 20 o 30 años".
Según ha apuntado, de todas las empresas que cotizaban en la Bolsa española cuando hace 95 años nació Telefónica, sólo el 5 % sobrevive y todas ellas por su "capacidad de cambio".
"2018 ha sido el año en que Telefónica ha cruzado el ecuador de su transformación y esta transformación nos ha fortalecido", ha resumido durante la junta, en la que se han aprobado todos los puntos del orden del día, entre ellos el reparto de un dividendo de 0,4 euros por título.
La que antaño fuera una compañía que sólo transmitía llamadas de voz (ejerciendo el monopolio de los cables de cobre en España) ya "está lista" para "salir al encuentro" de la revolución digital y convertirse en una empresa tecnológica "líder en creación y distribución de productos y servicios digitales", propios y ajenos.
"El futuro pasa por las redes de Telefónica", ha resumido este directivo de 55 años de una empresa que tiene ya más clientes con fibra o cable que con cobre, en móviles cuenta con más usuarios con contrato que de prepago, y cerca de la mitad de ellos utilizan ya la tecnología 4G.
Además, y según ha recordado Álvarez-Pallete, el 53 % de sus ingresos (que en términos orgánicos crecieron el 2,4 % en 2018 hasta 48.693 millones y acumulan seis años de avances) procede del negocio de datos, en detrimento de la voz tradicional.
Las ganancias del grupo se han incrementado por tercer año consecutivo, con un avance del 6,4 % en 2018 hasta 3.331 millones y con un flujo de caja que, excluyendo lo reservado a la compra de espectro, supera los 5.000 millones.
Un parámetro clave en la gestión de Álvarez-Pallete es la reducción de la deuda en casi 14.000 millones, a razón de mil millones trimestrales durante casi tres años, una cantidad que habría logrado de un plumazo si los reguladores no hubieran bloqueado entonces la venta de la británica O2, según ha recordado este viernes el directivo.
Finalmente, la reducción de la deuda hasta su nivel más bajo en 10 años ha sido sobre todo orgánica, aunque también por la venta de las filiales en Centroamérica (una "decisión completa" pero "correcta", según Álvarez-Pallete), la aseguradora Antares y 11 de sus centros de datos en España y América.