París, 10 oct (EFE).- El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, admitió hoy que el objetivo de su país de reducir el déficit público al 3 % del producto interior bruto (PIB) el próximo año no se podría mantener "si hubiera una recesión general".
En caso de "recesión general", la Comisión Europea debería replantear los objetivos de déficit, señaló Fabius en una entrevista a la emisora de radio RTL, en la que también aludió a posibles incidencias de crisis internacionales: "Si tenemos un verdadero problema con Irán, eso tendrá consecuencias para el crecimiento", dijo.
Preguntado por la limitación al 3 % del PIB del déficit de Francia en 2012, el jefe de la diplomacia francesa respondió que "hay que intentar ese objetivo y, si es posible alcanzarlo".
Aseguró que su Gobierno no modificará su voluntad para alcanzar esa meta, y que mantiene su previsión de un crecimiento del PIB del 0,8 % en 2013, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha augurado la mitad.
Pero puntualizó que existen elementos exteriores que pueden repercutir negativa o positivamente.
Así, indicó, "si en Alemania el crecimiento falla" y lo mismo ocurre en Estados Unidos y en Asia "eso tendrá consecuencias", y en el sentido inverso, "si los alemanes relanzan su economía y si Estados Unidos se recupera tras las elecciones, tendremos un crecimiento superior".
Fabius se felicitó de la aprobación ayer por los diputados franceses del tratado europeo de estabilidad, con una mayoría muy amplia de 477 a favor y 70 en contra.
"Si no hubiéramos votado ese tratado, hubiera sido un cataclismo" porque se hubiera desencadenado "una especulación masiva contra Francia", que además habría perdido los mecanismos para defenderse, argumentó Fabius.
Pese a las reticencias de algunos parlamentarios de izquierdas (una veintena de socialistas votó en contra) que criticaban que el texto impone ajustes para respetar los objetivos de déficit, el titular de Exteriores lo justificó por haber conseguido "un equilibrio" en la política europea desde la llegada al poder en Francia del presidente, François Hollande. EFE