París, 20 nov (EFE).- El Gobierno francés confirmó hoy que sus objetivos para hacer recuperar al país la competitividad perdida siguen en pie y se aplicarán con diligencia pese a la nueva degradación de su deuda por parte de una agencia de calificación.
La noticia de que Moody's retira la máxima calificación, la "triple A" para la deuda gala, fue recibida públicamente por París con cierta indiferencia en las palabras, a pesar de que el ministro de Economía, Pierre Moscovici, madrugó para explicarse ante la prensa.
La agencia estadounidense rebajó el lunes la nota de la deuda francesa a largo plazo hasta el nivel "Aa1" con perspectiva negativa por "el riesgo que sufre su crecimiento económico, y por lo tanto sus finanzas públicas, debido a los persistentes desafíos estructurales que afronta el país".
Pero Moscovici estimó que la calidad del crédito francés sigue siendo "extremadamente elevada" a pesar del anuncio y afirmó que la deuda que emite París sigue estando muy por encima de las de Roma o Madrid.
"Francia sigue siendo uno de los países mejor calificados en el mundo y en Europa", añadió el ministro en la conferencia de prensa en la que reconoció que está un nivel por detrás de Alemania pero "siete grados por encima de Italia y ocho grados por encima de España", en una escala de 21 niveles.
Se trata de la segunda agencia de calificación en tomar esa decisión, después de que Standard & Poor's hiciera lo mismo hace diez meses y ahora sólo queda Fitch, de entre las grandes, por tomar una decisión en la misma línea.
Según Moscovici, la rebaja de la nota de Moody's no afecta a los fundamentos de la economía francesa, que siguen siendo fuertes, y refleja el mismo análisis del Ejecutivo sobre la pérdida de competitividad, lo que ya ha llevado al Ejecutivo a tomar medidas.
"No hay ninguna razón objetiva para que la calidad de nuestra firma sea manchada", indicó Moscovici, que recordó que Francia se financia actualmente a niveles históricamente bajos.
El ministro dijo que el Gobierno va a aplicar rápidamente las medias aprobadas por el Ejecutivo para ganar competitividad y confirmó el objetivo de reducir el déficit en 2013 al 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 4,5 % programado para el presente ejercicio.
Moscovici, al conocer la noticia, achacó la pérdida de la confianza financiera al legado del anterior Gobierno, bajo presidencia del conservador Nicolas Sarkozy.
Esto fue rechazado por el nuevo líder del partido de Sarkozy, Jean-François Copé, quien dijo que "el argumento habitual 'antisarkozysta' no se sostendrá durante mucho tiempo".
Del lado de la patronal, la presidenta del Medef, Laurence Parisot, aprovechó la noticia para pedir al Gobierno que aplique "reformas estructurales" para recuperar la competitividad de la economía gala.
"Desgraciadamente, la degradación de Moody's no es una sorpresa para todos los que han escuchado mis declaraciones desde hace semanas y meses: no es sino la confirmación de la situación muy preocupante en la que se encuentra nuestra economía", declaró Parisot.
Según la presidenta de la patronal, se trata de una "alerta seria" que hay que tener en cuenta y que debe responderse con "todas las reformas que permitan restablecer" la competitividad de la economía francesa.
Hoy mismo se hizo público un sondeo, aunque elaborado antes de la noticia de la degradación de Moody's, que indicó que el 49 por ciento de los franceses considera que su país no saldrá de la crisis al menos hasta finales de 2015, mientras que un 34 por ciento cree que el relance económico llegará a lo largo de los tres próximos años.
Al poco de conocerse la noticia los medios de comunicación galos empezaron a explicar a los ciudadanos en qué se podrá notar la rebaja de la calificación de Moody's y coincidieron en señalar que se prevé que un encarecimiento futuro del endeudamiento podrá tener consecuencias en la aplicación de los paquetes de recortes de gasto y aumento de impuestos ya anunciados por París.EFE
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