París, 27 feb (EFE).- Ni el pánico que hubiera podido provocar la crisis en Ucrania ni la euforia a la que invitaban algunos resultados empresariales ha afectado hoy a la Bolsa de París, que cerró en un espectante equilibrio casi perfecto en el que su selectivo CAC-40 se dejó un 0,01 por ciento.
La apertura positiva de Wall Street acabó por elevar el nivel en una jornada que se desarrolló mayoritariamente en los números rojos y que acabó en los 4.396,39 puntos, muy similar a la víspera.
La jornada vivió el impulso de Veolia Environnement, que progresó un 8,24 % ante la perspectiva de que vuelva a los beneficios este año, anunciada con motivo de la publicación de sus cuentas de 2013.
Cerca anduvo la energética GDF Suez, que progresó un 6,04 % apoyado también sobre sus previsiones, que ocultaron sus pérdidas del ejercicio pasado.
El grupo de servicios petroleros Vallourec subió un 4,85 % un día después de haber comunicado sus cuentas, igual que la constructora Eiffage, que progresó un 3,40 %.
En el otro extremo se situó el fabricante de cristales ópticos Essilor International, que se dejó un 3,21 % después de haber comunicado sus cifras anuales.
Pero la sensación negativa la marcó la nuclear Areva, con una caída del 13,26 % un día después de haber publicado sus resultados.