El presidente ruso Vladímir Putin y la dirigente de extrema derecha Marine Le Pen se han reunido en el Kremlin de forma imprevista. La agenda de Le Pen no preveía el encuentro con el jefe de Estado ruso. Acusado por Occidente de haber interferido en las elecciones estadounidenses, Putin ha querido dejar claro que no habrá injerencia rusa en las presidenciales en Francia.