Lisboa, 4 jun (EFE).- El primer ministro de Portugal, el conservador Pedro Passos Coelho, se mostró hoy satisfecho por el apoyo de la "troika" a la marcha del programa luso de ajustes, pero la oposición lo consideró un mal camino que está hundiendo al país.
Poco después de anunciarse oficialmente que Portugal ha superado el cuarto examen trimestral de la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE), que integran la "troika", Passos Coelho destacó el "éxito" luso en el cumplimiento de los requisitos del rescate financiero.
El informe favorable de los organismos internacionales permitirá que Portugal reciba otro tramo de ayuda, de 4.000 millones de euros, del total de 78.000 millones comprometidos en su rescate.
Es "un resultado positivo", resaltó el primer ministro, y "muestra cómo Portugal cumple, tanto en el aspecto cuantitativo como en el cualitativo, todo lo que es relevante en su programa de asistencia económica".
Pero los partidos de la oposición a la mayoría parlamentaria conservadora -todos de izquierda- hicieron un análisis muy diferente y acusaron al Gobierno y la "troika" de no tomar medidas contra el aumento de la recesión y el desempleo en el país.
El Partido Socialista (PS), que perdió el poder en las elecciones anticipadas de junio de 2011, consideró que no hay "ningún éxito" en la economía cuando el desempleo es más alto que nunca (cerca del 15 % y casi el doble que hace tres años).
Uno de los dirigentes del secretariado nacional del PS, Eurico Brilhantes, reiteró la posición de su partido de reclamar medidas a favor del crecimiento y del empleo, aunque aclaró que los socialistas mantienen su apoyo a los objetivos de saneamiento económico comprometidos en el rescate.
El dirigente socialista, cuyo partido solicitó la ayuda internacional dos meses antes de perder las elecciones, alertó de la caída del PIB (que será del 3 % al cerrar este año) y de la inversión, y acusó al Gobierno conservador y a la "troika" de poner a Portugal en un camino "erróneo" de sacrificios y empobrecimiento.
También el Partido Comunista (PCP), la segunda fuerza de oposición, cargó contra la política económica impuesta por los organismos internacionales.
Sus portavoces recordaron al Ejecutivo luso que cada día quiebran más empresas y falta dinero en las familias incluso para comprar alimentos.
El Bloque de Izquierda, por boca de su responsable parlamentario, Pedro Filipe Soares, reprochó al Ejecutivo que, mientras aumentan los problemas sociales del país, haya anunciado hoy, con el beneplácito de la "troika", una inyección de más de 6.000 millones de euros de dinero público para sanear la banca.
Desde el Partido Ecologista "Los Verdes", se responsabilizó, mediante un comunicado, al Gobierno conservador de no aprender de sus errores y exigió una renegociación de la deuda exterior lusa. EFE