Caracas, 24 abr (EFE).- La Cámara Venezolana de la Construcción dijo hoy que el país necesita 60.000 millones de dólares "para recuperar la infraestructura" nacional existente y lamentó que solo se invierta la mitad de lo requerido en infraestructura nueva.
"No se puede promover el desarrollo de un país sin inversión en infraestructura" y se necesitan 60.000 millones de dólares "para recuperar" la existente y a la vez elevar el porcentaje del producto interior bruto (PIB) que se invierte en infraestructura nueva, que actualmente es de 2 % o 3%, dijo el presidente del gremio, Gilbert Dao.
Durante una seminario de la organización, Dao destacó que países de la región como Chile, Colombia y Panamá invierten en infraestructura nueva "tasas equivalentes a 7 % de su PIB".
"Si por un lado se está dejando de invertir en infraestructura nueva y por otro se necesita cada vez más dinero para recuperar la infraestructura existente, tenemos una idea de la magnitud de la crisis", remarcó en el seminario y en declaraciones a los periodistas.
Además de problemas de inversión, sostuvo que ese sector del empresariado privado "está sufriendo consecuencias de una escasez de insumos", principalmente de hierro y cemento, lo que además repercute en el nivel de empleo.
"Estamos en capacidad plena de emplear a 1,2 millones de personas", pero debido a la falta de materiales "estamos con aproximadamente 450.000" trabajadores, añadió.
El Gobierno del presidente Hugo Chávez ha dado prioridad a la construcción de casas en el marco de la llamada "Gran Misión Vivienda Venezuela" que arrancó en marzo de 2011 con la meta de acabar en 2019 con el déficit de 3 millones de unidades.
El ministro venezolano de Vivienda, Ricardo Molina, dijo el pasado 12 de abril que el Gobierno ha entregado desde entonces casi 200.000 casas.
Para abaratar costos y acelerar la resolución del problema, Chávez decretó en febrero pasado que las empresas dedicadas a la extracción, producción, venta y transporte de materiales de construcción deben dar prioridad a ese plan gubernamental. EFE