Madrid, 8 feb (.).- La mutua aseguradora Pelayo obtuvo un beneficio neto de 8,2 millones en 2020, un 103 % más que un año antes, debido al descenso de la siniestralidad de automóviles, fruto de la pandemia de la covid-19, el control de los costes y a la política de selección de los riesgos, pues la facturación se redujo.
La facturación de Pelayo, matriz del Grupo, quedó en 344,9 millones en 2020, un 4,8 % menos, según ha informado este lunes la compañía, que anuncia que convoca a su asamblea de mutualistas el próximo 11 de marzo para renovar su cúpula atendiendo a los límites de edad que fijan sus estatutos.
De esta forma, el actual director general de Pelayo, Francisco Lara, será propuesto presidente del grupo en sustitución de José Boada, mientras que la exministra popular Anna Birulés optará a la vicepresidencia, en sustitución de Severino Martínez.
La cartera total de pólizas superó los 1,2 millones, frente a los 1,3 millones del año anterior, en tanto que la cifra de clientes se mantuvo próxima al millón.
La Mutua mantiene un nivel de solvencia 2,8 veces superior al mínimo exigido y el capital disponible se sitúa en 365,8 millones.
La facturación de autos, la más importante para Pelayo, con una cuota de mercado del 2,5 % en este ramo, se quedó en 280,8 millones, un 6 % menos, por la política de saneamiento de la cartera, con 814.842 pólizas, y la contención de precios.
La ratio de siniestralidad -que mide el porcentaje destinado a indemnizaciones de cada 100 euros de ingresos- mejoró hasta 59,8 %, frente al 68,5 % de 2019, debido a la menor utilización de los vehículos con motivo de la pandemia.
Agropelayo, sociedad constituida con los negocios agrarios de Pelayo y Agromutua, obtuvo un beneficio neto de 400.000 euros, el 79,6 % menos que los 2,1 millones de un año antes, aunque la facturación sólo cayó un 3,4 %, hasta 136 millones de euros.
La compañía de vida, de la que Pelayo es socio al 50 % con Santa Lucía, se anotó unas pérdidas de unos 22.595 euros, frente a un beneficio neto de 339.000 euros en 2019, al haberse visto muy afectada por el impacto de la bajada de los tipos de interés en el resultado del negocio de ahorro.