Madrid, 26 abr (.).- La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha valorado la aprobación del anteproyecto de ley para la creación de la Autoridad Administrativa Independiente en Defensa del Cliente Financiero, pero ha considerado que todavía quedan "muchos aspectos por mejorar".
La PMP ha defendido este martes en un comunicado la necesidad de añadir "algunas matizaciones" al texto para garantizar la atención personalizada de las personas mayores en los servicios financieros.
La valoración de la Plataforma se produce una vez analizadas las disposiciones adicionales añadidas por el Gobierno y que modifican leyes previas que afectan no solo a la banca, sino a los mercados de valores, las gestoras de fondos y las aseguradoras.
Los mayores y pensionistas demandan menores sanciones (se prevén de hasta 1.000 euros) para los consumidores que puedan cometer abusos en sus reclamaciones o que el plazo de creación de la Autoridad Administrativa Independiente en Defensa del Cliente Financiero se reduzca "lo máximo posible".
Sobre las sanciones para el cliente financiero que se demuestra que ha actuado de "mala fe" en sus reclamaciones, la PMP defiende que las entidades bancarias reciban ese mismo trato en función de su volumen de negocio o de si existe reincidencia y reiteración en malos comportamientos frente a los consumidores.
De la creación del nuevo organismo opinan que "se debe tramitar y ser operativos con carácter de urgencia", para lo que insta a incorporar en la propia ley una disposición adicional, con el objetivo de que "entre en funcionamiento inmediatamente", sin tener que esperar a diciembre de 2023.
Según el anteproyecto, las entidades de crédito "asegurarán a su clientela la disponibilidad de canales presenciales, ya sea permanentes o intermitentes, o telefónicos o telemáticos", pero para la PMP es necesario que todos sean obligatorios.
En el texto se dice que la atención personalizada que realicen los bancos tendrá en cuenta la edad de la persona que hace la consulta y les obligará a diseñar una atención específica y adaptada a las personas mayores, a las que residan en el medio rural y a los clientes con menor capacidad digital, ya sea por falta de conocimientos o medios.
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