Madrid, 6 abr (.).- El presidente de la patronal de las pymes y autónomos de Cataluña Pimec, Antonio Cañete, ha mostrado su preocupación por que los fondos europeos se concentren en las grandes empresas, ya que las pymes ven "grandes dificultades para acceder" a mecanismos como los "pertes".
Cañete, que ha comparecido en la Comisión de Industria del Congreso dedicada a la recuperación post-covid, ha dicho que las pequeñas empresas necesitan "subvenciones y no préstamos", por lo que ha pedido tramitar "con urgencia" la normativa de ayudas directas, que a su juicio deberían además ampliarse a otros sectores afectados y acompañarse de un programa de reestructuración y quita de deudas.
Otra de sus propuestas pasa por avanzar en la lucha contra la morosidad, ya que la puesta en marcha de un régimen sancionador que obligara a las grandes empresas a pagar en plazo a sus proveedores, por ejemplo, impidiendo que accedieran a fondos europeos de no hacerlo, permitiría, según sus cálculos, inyectar 100.000 millones de euros en la economía.
Junto a las medidas económicas, Cañete ha urgido a acelerar y diversificar la vacunación, incluso mediante la autorización, al margen de la Unión Europea, de vacunas "como la china, la rusa o la coreana" y su administración por parte del sector privado, desde farmacias a los servicios de prevención de las empresas.
Por su parte, el presidente de la Federaciò Empresarial del Metall (FEM), Carlos Garriga Sels, en su intervención en la Comisión, ha mostrado su preocupación por que se esté creando "una bolsa de empresas zombies, empresas sin futuro", que sin ayudas "no estaría vivas".
Ha advertido que puede ocurrir que, cuando se acaben las ayudas que se les están dando, se produzca una "crisis sin precedentes" y ha mostrado su preocupación por la excesiva concentración de esfuerzos que está habiendo en España en "políticas pasivas, asistenciales" y ha pedido que las ayudas vayan a las empresas que crean ocupación "y no a aquellas que van mal y la destruyen".
Garriga ha dicho que las empresas se necesitan más ayudas directas basadas en criterios económicos y ha recordado que en España ha habido muy pocas ayudas directas o de reducciones de pagos a las empresas.
Ha señalado que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha movilizado una gran cantidad de recursos a largo plazo, pero se está incrementando el endeudamiento de las empresas, y ha insistido en que hay que implementar más ayudas directas que garanticen la continuidad de la actividad económica.
También ha dicho que la mayoría de los empresarios creen que es necesaria una "profunda" reforma de toda la legislación laboral, pero lo más inmediato es actuar contra la alta temporalidad.
Respecto a los fondos de recuperación, ha recordado que España no ha conseguido nunca consumir la totalidad de los fondos europeos disponibles y ha mostrado dudas de que esos fondos lleguen a las pymes, al tiempo que ha advertido del riesgo de que vayan a parar en su mayoría a grandes empresas, no por el valor intrínseco de éstas, sino por su capacidad de influencia.
También ha alertado de la excesiva complejidad burocrática y ha dicho que si queremos aprovechar los fondos europeos, se debe mejorar la gestión en los circuitos administrativos.
Ha añadido que la preocupación de la FEM no es tanto la forma en que se van a gestionar los fondos, sino la rapidez con qué se van a gestionar.
También ha mostrado su preocupación por los problemas que se están dando en suministros a algunas industrias, como los chips electrónicos en la automoción, y aunque cree que el problema no va a durar mucho tiempo, sí que va a "dificultar la salida del túnel".
Respecto a los expedientes de regulación temporales de empleo (ERTE), ha manifestado que han sido un buen instrumento y "debemos felicitarnos porque la legislación ha sido muy buena".