Lisboa, 10 abr (EFE).- El Gobierno portugués anunció hoy que comunicará al país antes del próximo 5 de mayo si opta por cerrar el rescate de forma "limpia" como Irlanda o si, por el contrario, recurre a los mecanismos de apoyo de la UE.
En declaraciones a los periodistas tras el consejo de ministros de hoy, el titular de Presidencia, Luís Marques Guedes, puso por primera vez una fecha límite a la decisión del Ejecutivo, que es aguardada con expectación en Portugal.
Marques Guedes recordó que justo en esos días se celebrará la última reunión del Eurogrupo antes del cierre del programa de asistencia financiera suscrito en 2011 por las autoridades lusas con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), acreedores del rescate financiero al país.
"Hasta entonces, el Gobierno tomará una posición respecto a esta materia y se la comunicará al país", subrayó el ministro de Presidencia.
Portugal tiene previsto cerrar en mayo su rescate y recibirá el último tramo del préstamo de 78.000 millones de euros concedido por los organismos internacionales en junio.
Por este motivo, el país se ve obligado a recuperar su calendario regular de emisiones de deuda a largo plazo para obtener financiación, un tipo de subastas que ha podido evitar desde que solicitó la ayuda de la UE y el FMI, a la que recurrió precisamente por sus dificultades para colocar sus títulos a cambio de tasas de interés sostenibles.
Ante este escenario, el Ejecutivo luso debe decidir si prefiere seguir el camino de Dublín, que salió del programa sin ayuda, o si recurre a una especie de línea de crédito preventiva concedida por sus socios comunitarios que permitiría reducir riesgos durante su regreso a estos mercados de deuda a largo plazo.
En medio de este debate, medios lusos se hacen eco hoy de unas declaraciones del candidato al Parlamento Europeo Olli Rehn, en las que admite que su país, Finlandia, contribuyó a la salida "limpia" del Irlanda al exigirle garantías adicionales, las mismas que pedirá a Portugal, otro país rescatado.
En opinión de Rehn, estas demandas sirven para empujar a estos países hacia una salida "limpia".
Desde el Gobierno luso, no obstante, desmintieron "cualquier tipo de contacto" con sus homólogos finlandeses y con el resto de socios europeos sobre la forma en que Portugal debe salir de su rescate.