Lisboa, 27 jun (EFE).- El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, dijo hoy que no ve grandes expectativas en la cumbre comunitaria de este jueves y viernes e insistió en su oposición a que el Banco Central Europeo (BCE) financie las deudas soberanas.
El líder conservador apeló al "realismo" y recordó la falta de consenso comunitario en un debate parlamentario en el que la oposición de izquierda le acusó de alinearse con Alemania y no actuar para que Portugal pague menos intereses por su deuda y exija menos sacrificios a la población.
Passo Coelho acusó al Partido Socialista (PS, principal de la oposición) de intentar convencerle de que el BCE "financie a los Estados soberanos y exista un mecanismo de deuda mutualizada inmediato en Europa".
Pero esas son "materias fuera del consenso europeo y no sólo fuera del consenso nacional", argumentó.
"No hay razones para crear expectativas demasiado elevadas sobre los resultados del Consejo Europeo, debemos encarar esta reunión con realismo", agregó el primer ministro.
No obstante, el dirigente conservador se mostró favorable a promover una "verdadera unión bancaria" en la UE y separar el riesgo soberano del riesgo bancario para acabar con el contagio entre ambos.
El líder de la oposición, el socialista Antonio José Seguro, acusó al jefe del Ejecutivo de presentar esa nueva propuesta "porque ha tenido la autorización de Berlin" y le responsabilizó de haber fallado en la reducción del déficit luso y la política económica de austeridad.
Los dirigentes de los partidos de la izquierda marxista también criticaron a Passos Coelho, que ganó las elecciones del año pasado con mayoría absoluta, por no promover en Portugal y en Bruselas políticas a favor del crecimiento económico y el empleo.
Francisco Louça, del Bloque de Izquierda le tildó de confiar en la canciller alemana, Angela Merkel, como una "encarnación del mercado perfecto".
Portugal pidió el rescate financiero hace 14 meses, cuando gobernaba el PS y tuvo que adoptar duras medidas de ahorro fiscal y reformas económicas para obtener, en varios tramos, los 78.000 millones de euros otorgados por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI). EFE