Lisboa, 20 feb (EFE).- El Gobierno portugués anunció hoy que el PIB caerá en 2013 el doble de lo previsto y habrá más ajustes presupuestarios mientras lograba el apoyo del mercado en una nueva emisión de deuda a corto plazo de 1.500 millones de euros.
El ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, con gesto circunspecto, explicó en el Parlamento que la economía portuguesa se contraerá en torno a un 2 %, frente al 1 % inicialmente estimado, pero se reafirmó en que el rumbo de austeridad elegido por el Ejecutivo conservador es el adecuado para lograr la recuperación.
El titular de Finanzas anunció hoy que la fuerte contracción económica sufrida en el último trimestre de 2013 (un 3,8 %) perjudica las estimaciones para este año, y reconoció que también agravará el paro, que cerró 2012 muy próximo al 17 %, una cifra que no recuerdan los portugueses.
El empeoramiento de las proyecciones se produce en un contexto de creciente presión social, con manifestaciones frecuentes, la oposición de izquierda empeñada en el fin de los recortes y grupos de "indignados" que sabotean actos oficiales al son de "Grandola Vila Morena", la canción que inició la Revolución lusa de 1974.
Sin embargo los mercados dieron hoy una prueba de confianza a Portugal, que colocó el máximo de su emisión con un resultado calificado de "exitoso" por miembros del Ejecutivo.
Los inversores exigieron cuatro veces menos rentabilidad que hace justo un año por 1.155 millones en títulos a doce meses, cuyo interés fue del 1,27 % (tres décimas menos que en la última emisión).
También fue subastados 345 millones de euros a tres meses, con un interés del 0,74 %, un tipo cinco veces inferior al de hace un año, aunque siete décimas superior al de la anterior subasta de este plazo.
Pese a la respuesta satisfactoria de los mercados, de cumplirse las nuevas proyecciones sobre la economía, Portugal acumulará ya un retroceso del PIB cercano al 7 % en 2011, 2012 y 2013, los tres años del programa de rescate supervisado por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estos dos organismos concedieron a Lisboa en mayo de 2011 un préstamo de 78.000 millones de euros ante la imposibilidad de que se financiara con los insostenibles intereses que le exigía el mercado.
Ahora, la mayor recesión prevista hará más difícil cumplir el objetivo luso de déficit, según advirtió hoy el propio Gaspar al anunciar que se analizarán con la UE y el FMI ajustes adicionales por valor de 800 millones de euros para aplicarlos este mismo año, tras dos ejercicios de dura austeridad.
La séptima de las visitas que los técnicos de la troika (como se conoce a la UE, el FMI y el Banco Central Europeo) realizan trimestralmente a Portugal para evaluar el cumplimiento de su programa de reformas comienza el próximo lunes y servirá para preparar un "plan B" de medidas ya discutido en octubre.
La mala evolución de la tutelada economía lusa hace pensar al Gobierno conservador, según lo indicado hoy por Gaspar, que la Comisión Europea volverá a suavizar las metas de reducción del déficit y otorgará a Portugal un año más para cumplirlas.
Actualmente, estos objetivos pasan por rebajar la diferencia entre ingresos y gastos del Estado hasta el 4,5 % del PIB en 2013 y hasta el 2,5 % en 2014.
El anuncio de más recesión y la posibilidad de que el Gobierno apruebe nuevos ajustes elevó de inmediato el tono de las críticas de la oposición y los sindicatos, que reclaman mejores condiciones de la troika para el programa del rescate luso.
Arménio Carlos, secretario general del CGTP, el principal sindicato del país (de tendencia comunista) fue de los más duros al exigir al Gobierno conservador que "pida disculpas a los ciudadanos" y al jefe del Estado, el también conservador Aníbal Cavaco Silva, que convoque elecciones.
Mientras tanto "Grandola Vila Morena" volvió a sonar hoy cuando un grupo de "indignados" boicotearon una intervención del ministro de Sanidad, Paulo Macedo, y los trabajadores de los astilleros de Viana de Castelo se manifestaban en esa ciudad del norte luso. EFE