Lisboa, 11 feb (EFE).- Portugal avanzó hoy en su objetivo de cerrar con éxito su programa de asistencia financiera y no precisar de más ayuda con una emisión de deuda a diez años en la que necesitó pagar menos intereses que en el último precedente.
El resultado de la subasta infundió optimismo entre las autoridades lusas, y diversos analistas y expertos subrayaron que aunque todavía queda camino por recorrer, la salida de la crisis parece estar más cerca y la hipótesis de tener que recurrir a un segundo rescate ahora se antoja muy lejana.
A poco más de tres meses para dejar oficialmente de recibir fondos de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la discusión se centra ahora en saber si Portugal recurre a algún mecanismo de apoyo comunitario para acompañar su regreso a los mercados de deuda a largo plazo -en forma de línea de crédito preventiva- o si seguirá los pasos de Irlanda y optará por salir sin ningún tipo de ayuda.
Esta última hipótesis depende en gran parte de los resultados de subastas como la de hoy, con las que el Gobierno luso pretende poner a prueba la reacción de los inversores.
El Tesoro luso colocó 3.000 millones de euros a cambio de una rentabilidad del 5,1 %, seis décimas menos que en el anterior precedente, en mayo de 2013, y la demanda entre los inversores triplicó la oferta.
Esta tasa también fue notablemente inferior a la registrada en la última subasta antes de pedir el rescate, en abril de 2011, cuando pagó un 6,8 %.
No obstante, la emisión se hizo de forma sindicada a través de seis entidades financieras y no directamente en el mercado, como es habitual, un método que permite negociar con antelación con los posibles compradores y reduce riesgos.
Después de conocer el resultado de la operación, el presidente del Banco Santander Totta, António Vieira Monteiro, consideró que la opción de que Portugal protagonice una salida "limpia" del programa de asistencia es todavía posible, a la espera de que se solucionen "algunos problemas técnicos" como la mejora en la nota que otorgan las agencias de calificación de riesgo.
La deuda soberana del país continúa calificada en niveles de "bono basura", lo que impide que algunos fondos de inversión puedan comprarla.
En opinión del exministro de Finanzas Fernando Teixeira dos Santos, -en el cargo durante el anterior Ejecutivo socialista-, la operación de hoy fue "importante", pero Portugal todavía necesita de "tasas más bajas".
En declaraciones a medios de comunicación lusos, Teixeira dos Santos rechazó dar una cifra exacta, aunque admitió que tendrá que ser inferior al 4,5 % debido a las modestas previsiones de crecimiento para este año, que auguran una subida del PIB de apenas el 0,8 %.
La mayoría de analistas portugueses coincidía hoy con el exministro, aunque el Tesoro luso todavía tiene margen para programar nuevas emisiones y comprobar la confianza de los mercados en el futuro del país.
La de hoy fue la segunda subasta de deuda a largo plazo de 2014, ya que el pasado mes de enero, Portugal vendió otros 3.250 millones de euros a cambio de una penalización del 4,65 %, casi dos puntos menos que en el último precedente.
A las buenas noticias en el plano financiero se le suman datos que invitan a la esperanza en el área económica, lo que permite a Lisboa prever crecimiento después de tres años consecutivos de recesión, coincidiendo precisamente con el período de asistencia financiera.
El préstamo de 78.000 millones de euros concedido por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigió como contrapartida la firma de un duro programa de ajustes y reformas aplicado rigurosamente durante estos años por el actual Gobierno luso, de signo conservador.
La severidad de los recortes ha distanciado a Ejecutivo y oposición y ha provocado además un descontento perceptible entre la población lusa que, afectada por elevadas tasas de paro, también presenta altos índices de emigración al exterior. EFE