Vilna, 18 dic (EFE).- La Presidencia lituana de la Unión Europea (UE) advirtió hoy de que el rescate ruso a Ucrania, en forma de ayuda financiera y rebaja de los precios del gas, no salvará a la economía ucraniana de la crisis.
"Si le dan el dinero sólo para tapar agujeros, eso significará posponer el dolor de cabeza y eso no solucionará nada. Si es como estamos oyendo, sólo será una solución provisional", dijo Linas Linkevicius, ministro de Exteriores lituano, a la prensa local.
Linkevicius subrayó que, "si el país (Ucrania) no toma la senda de la modernización, sea cual sea su elección, eso le conducirá a la crisis".
"Este proceso, que recuerda a una subasta al mejor postor, no es una salida a la crisis. Debe haber otras decisiones estratégicas relacionadas con la reforma, la modernización y el aumento de la competitividad", dijo.
El jefe de la diplomacia lituana calificó los acuerdos alcanzados ayer entre Rusia y Ucrania de "pasos concretos para un estrecho acercamiento (de Ucrania) a Rusia".
"Esa es la elección del presidente (ucraniano), Víktor Yanukóvich, y la está llevando a cabo", dijo.
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el martes tras reunirse con Yanukóvich en el Kremlin que Rusia comprará 15.000 millones de dólares de bonos del Estado ucraniano para ayudar a la deprimida economía del país vecino.
Además, adelantó que Moscú rebajará el precio del gas en más de un 30 por ciento a Kiev, que pagará a partir de ahora 268,5 dólares por cada mil metros cúbicos de gas, lo que supondrá a Ucrania un ahorro anual de 7.000 millones de dólares.
La rebaja del gas y los 15.000 millones de dólares son una tabla de salvación para la economía ucraniana, que se encuentra al borde de la bancarrota, como indican sus reservas de divisas, en su punto más bajo de los últimos siete años.
"¿Qué le esperaba a Ucrania? La respuesta es evidente: la bancarrota y el colapso social. Es era el regalo de Navidad que esperaba al pueblo ucraniano. Ahora, nadie amenaza la estabilidad económica y financiera en Ucrania", dijo hoy Nikolái Azárov, primer ministro ucraniano.EFE