Túnez, 14 dic (.).- El secretario general de la UGTT, la poderosa central sindical de Túnez, Noureddine Taboubi, denunció hoy el programa de austeridad económica que prepara el Gobierno con el fin de sanear las arcas públicas y que prevé la rebaja del 10 % del sueldo de los funcionarios, así como su congelación salarial durante los próximos cinco años.
En un discurso pronunciado durante el congreso regional de Sfax, capital económica del país, el responsable explicó que la primera ministra, Nejla Bouden, con la que se reunió el pasado sábado, le pidió su apoyo para implementar dichas medidas, entre las que se encuentra la privatización de algunas empresas del sector público y la retirada de una parte de las subvenciones a los productos de primera necesidad.
Taboubi pidió al Ejecutivo mayor transparencia sobre la actual situación financiera del país que debe ser desvelada a la opinión pública "en lugar de hacer propuestas a puertas cerradas".
Semanas antes, el sindicalista criticó duramente la falta de "capacidad de decisión" de Bouden al considerar que depende de la aprobación constante del presidente de la República, Kais Said, quien la nombró a finales de septiembre y le otorgó prerrogativas muy limitadas.
La jefa de Gobierno anunció la pasada semana que su equipo presentará próximamente una propuesta al Fondo Monetario Internacional (FMI) para un nuevo crédito- el cuarto durante la última década- que espera cerrar antes del próximo mes de abril y mejorar así su nota soberana, degradada en julio a "B" con una perspectiva negativa por la agencia de calificación de riesgo Fitch Rating.
Según publicó este martes el boletín oficial del Estado (JORT), Túnez recibirá de Argelia un préstamo de 300 millones de dólares (unos 265 millones de euros) para tratar de hacer frente a los cerca de 30.000 millones de euros en deuda pública, el triple que en 2010.
Desde que el pasado 25 de julio el mandatario decretase el Estado de excepción- que incluyó el cese del primer Ministro y la suspensión de la Asamblea de manera indefinida- ha congelado la casi totalidad de la Constitución de 2014 y se ha hecho con plenos poderes para "recuperar la paz social".
Una decisión que ha sido calificada por la mayoría de partidos políticos como "golpe de Estado", mientras otros consideran que se trata de una "rectificación" de la revolución de 2011 que puso fin a las dos décadas del régimen autócrata de Zine El Abidine Ben Ali.
Según la hoja de ruta de Said, el país llevará a cabo el próximo 25 de julio un referendum sobre las reformas constitucionales propuestas por la ciudadanía con el fin de "recuperar su soberanía" y celebrará elecciones legislativas anticipadas el 17 de diciembre de 2022.