Teherán, 16 dic (EFE).- No hay alternativa para el petróleo de Irán en el mundo, tanto en calidad como en cantidad, afirmó el ministro iraní de Petróleo, Rostam Qasemi, en una entrevista difundida hoy por la agencia oficial IRNA.
En sus declaraciones, Qasemi reiteró que Arabia Saudí no compensará la ausencia del crudo iraní en el mercado internacional si se impone un embargo petrolero a Irán, al término de la segunda reunión anual de ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), celebrada esta semana en Viena.
Qasemi advirtió de que, para Europa, imponer sanciones petroleras a Irán "no sería una decisión sabia y, si sucediese, el mercado mundial del crudo pagaría su precio".
En otras ocasiones, Qasemi ya ha dicho que para países europeos como España, Italia y Grecia, que importan una buena parte del crudo que utilizan de Irán, sería muy difícil encontrar un proveedor en un plazo relativamente corto y menos con un producto de la calidad del iraní y con sus condiciones de venta.
"Las condiciones del crudo de Irán son únicas y las refinerías construidas en países que importan petróleo iraní cumplen los requisitos del crudo de Irán y sería muy costoso para ellos construir unas nuevas", agregó Qasemi, actual presidente de turno de la OPEP, cargo que pasará a Irak en enero.
Sobre la actuación de Arabia Saudí, que en diversas ocasiones ha aumentado su producción para compensar carencias y evitar subidas de precio, Qasemi se mostró convencido de que ese país no compensará con una mayor producción el desabastecimiento por unas eventuales sanciones a Irán: "Creo que nunca hará eso".
El ministro iraní recalcó que, como presidente de turno de la OPEP, una de las cuestiones que ha tratado en la reunión de ministros de Viena ha sido que Arabía Saudí ha de actuar en coordinación con Irán.
La OPEP acordó el pasado miércoles, en su 160 conferencia ministerial en Viena, fijar su techo de exportaciones en 30 millones de barriles al día, la primera vez que oficialmente elevaba su volumen de ventas, desde los poco menos de 25 millones actuales, desde el inicio de la crisis financiera en 2008.
En realidad, esto supone mantener, ahora formalmente, la actual producción, incluida la de Libia, y un compromiso para el futuro, por lo que la medida es previsible que tenga escasa influencia en los precios, que durante 2011 han alcanzado una media que supone un récord, por encima de los 100 dólares el barril de crudo.
Arabía Saudí e Irán son, en este orden, los dos mayores productores de la OPEP, compuesta por 12 países de Asia, África y América Latina que en conjunto suponen cerca del 40 por ciento de la producción mundial de petróleo. EFE