Madrid, 28 feb (.).- El Grupo Prisa (MC:PRS) cerró el ejercicio 2017 en números rojos, lastrado por los saneamientos efectuados en distintos activos del grupo, las pérdidas por el registro de la venta de Media Capital y el impacto fiscal extraordinario resultante de la aplicación del nuevo decreto ley de Sociedades.
Según ha informado hoy el propio grupo, el ejercicio 2017 cerró con un resultado neto negativo de 102,9 millones, frente a los 67,9 millones del año anterior, aunque, si se descuentan los factores extraordinarios, el resultado es positivo en 29 millones.
El grupo obtuvo durante el pasado ejercicio un resultado bruto de explotación de 207 millones, el 0,5 % más que en 2016, y unos ingresos de explotación de 1.171 millones, el 1,2 % menos, cifras que en ambos casos se vieron favorecidas por la evolución del tipo de cambio.
Los ingresos publicitarios representaron el 29,8 % de los ingresos de explotación, en un ejercicio en el que la publicidad decreció en España, tanto en el negocio de radio como en el de prensa, si bien mejoró la publicidad digital en El País y en Diario As.
El grupo destaca como unos de los rasgos más relevantes de 2017 la positiva evolución del negocio de educación, que permite a Santillana mantener el liderazo en el mercdo de la educación, y del de radio, que aumentó su rentabilidad un 1,2 %.
Prisa disminuyó su endeudamiento neto bancario en 64,6 millones de euros, hasta los 1.421,6 millones al cierre del ejercicio, fecha en la que la deuda neta de Media Capital suponía 95,5 millones.
La venta de Vertix (propietaria de Media Capital), cuyo importe final irá destinado a amortización de deuda financiera, supuso una pérdida contable en la sociedad dominante de 89,3 millones de euros.
El principal compromiso financiero adquirido por el Grupo Prisa es el vencimiento, en diciembre de 2018, de 956,5 millones, un importe registrado en el pasivo a corto plazo del balance consolidado.