Madrid, 13 mar (.).- El secretario de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), Miguel Huerta, ve "razonable" que a finales de este año pueda estar aprobada la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para el jamón serrano, cumpliéndose así el objetivo de unas doscientas industrias.
Esas industrias jamoneras, que fabrican unos 18,6 millones de piezas anuales, llevan ya varios años intentándolo en un proceso impulsado desde Anice y la Federación Empresarial de Carne e Industrias Cárnicas (Fecic), según explica Huerta en una entrevista con Efe.
Huerta calcula que a final de 2021 o, en todo caso, primeros de 2022, estaría vigente la IGP.
El principal cambio respecto a la Especialidad Tradicional Garantizada (ETG) actual será que la IGP reconocerá como única zona de producción de jamón serrano a España: "Es el gran valor añadido que tiene esta iniciativa".
Con la ETG, precisa, es un producto que se puede elaborar "en cualquier parte del mundo"; ahora "si a alguien se le ocurre fabricar jamón serrano en Australia puede hacerlo y venderlo a China, por ejemplo".
Eso es algo que "nos pone nerviosos", afirma, porque es un alimento "patrimonio del buen hacer jamonero español y hay que intentar restringirlo".
La IGP "nos permite una protección jurídica frente" a esas situaciones y que "no se aprovechen de la historia y reputación que tiene el jamón en España", destaca.
Aun así, y de acuerdo a sus datos, en la UE hasta el momento no conocen "a ningún fabricante que haga jamón".
Actualmente, la demanda extranjera de jamón serrano español se concentra en la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, México, Japón, Corea del Sur y China.