San Juan, 4 mar (EFE).- Puerto Rico volverá a los mercados de deuda en los próximos días para pedir prestados cerca de 2.900 millones de dólares, y lo hará por primera vez en su historia en calidad de emisor de bonos "chatarra", después de que su gobernador firmara hoy la ley que permite un nuevo endeudamiento.
Alejandro García Padilla procedió este martes con la firma de una ley polémica que aumentará el endeudamiento de la isla -que, con sus tan sólo 3,6 millones de habitantes, acumula unas deudas de más de 70.000 millones de dólares-, previsiblemente con intereses muy altos.
Además, inicialmente se había barajado que la ley contemplara que los futuros compradores de estos bonos pudieran demandar al Gobierno de Puerto Rico en cualquier tribunal de EE.UU., aunque finalmente se ha limitado a los tribunales de Manhattan.
Igualmente, el texto dice expresamente que esas demandas deberán circunscribirse a esta emisión, así como la pérdida de inmunidad soberana que admite la ley, de forma que las reclamaciones no se podrán extender a deudas anteriores.
Esta nueva emisión, en la que se invertirán un máximo de 3.500 millones de dólares, permitirá refinanciar líneas de crédito pendientes de pago, cuyos compromisos rondan los 2.000 millones, y atender las necesidades de la liquidez del Gobierno al menos hasta finales del próximo año.
Es la primera emisión del actual Ejecutivo, que ha emprendido una serie de reformas a nivel administrativo y operativo y de recortes de gastos públicos para tratar de sanear las cuentas de Puerto Rico.
Así, hoy también aprobó la reducción del déficit del actual año fiscal de 245 a 92 millones de dólares y pretende que el próximo ejercicio, por primera vez en muchos años, el presupuesto esté equilibrado y no haya que endeudarse más.
Aunque son muchas las teorías sobre cómo Puerto Rico ha llegado a este punto, cada vez son más las voces que apuntan a que parte del problema radica en el estatus de la isla, un Estado Libre Asociado a EE.UU.
Así, ni es un estado más, con las ventajas que ello supondría sobre todo en materia de ayudas sociales, ni es un país independiente que pueda jugar con su política monetaria o exterior para atraer capital.
En ese sentido, el líder de la oposición en Puerto Rico, Pedro Pierluisi, afirmó hoy que "ha llegado el momento de dar los pasos para culminar nuestra unión con EE.UU." y pidió a Washington que tenga "un rol más activo" para impulsar la anexión.
"La emisión de bonos propuesta servirá para respaldar las medidas decisivas que Puerto Rico ha tomado para fortalecer su posición fiscal", dijeron por su parte los responsables de Hacienda, Melba Acosta, y de la Junta de Directores del Banco Gubernamental de Fomento, David Chafey.
En un comunicado conjunto añadieron que "también proveerá mayor flexibilidad al tiempo que la isla sigue adelante con sus iniciativas de desarrollo económico y creación de empleos" para tratar de dejar atrás los casi ocho años de recesión.
Aunque no concretaron cuándo tendrá lugar la emisión de bonos -Moody's apuntaba recientemente al 11 de marzo-, sí confirmaron que Barclays, Morgan Stanley y RBC Capital Markets serán las entidades colocadoras.
Ahora es cuestión de colocar en el mercado una deuda que a priori gozará de buena aceptación, porque está exenta de impuestos federales, estatales y locales en EE.UU.
Además, se espera que ofrezca intereses cercanos al 10 % para compensar el riesgo que entraña, según las agencias de calificación, que el mes pasado colocaron a Puerto Rico en el grado especulativo, y la posibilidad de una reestructuración de deuda en caso de que la situación financiera siga complicándose.